Primero me dijeron: por
instrucciones del ciudadano presidente municipal díganos donde lo localizamos
para hacerle entrega de su invitación al segundo informe. Les di le dirección.
Después me llamaron para decirme que les confirmara si asistiría o no al
informe. Les dije que sí, que confirmaba mi asistencia. Ayer asistí al evento, llegué
al palacio municipal y nadie me peló de los organizadores jejeje, así que decidí
sentarme en la bola, en la parte de atrás, ahí donde estábamos los mitoteros,
los criticones, los medios de comunicación y los chismosos.
Inició
el evento con los obligados honores a la bandera y el canto de nuestro glorioso
himno nacional mexicano. Luego participó
con una exposición la síndico municipal. Un temeroso, leído y hueco discurso
lleno de halagos para la fracción de regidores del color amarillo. De hecho, no
arrancó ningún aplauso de los asistentes. Hasta el final de su discurso,
presionados por el protocolo, tuvimos que darle dos tres aplausos fingidones.
No me gusta la hipocresía, pero el protocolo obligada a aplaudir. Luego vino el
amigo Pedroza, quien mostró las consabidas tablas de un político ya más
madurillo. No ocupó leer para lanzar las loas a sus compañeros de color
amarillo, halagar a los azules y, desde luego, pronunciar inciensos acerca de
que el cambio es una realidad, que nadie lo para.
Después
siguió el presidente municipal, mi amigo Polo. Un discurso realista, destacando
logros y reconociendo pendientes y de vez en cuando lanzando mensajes
subliminales de que en el 2017 seguramente abanderará una opción política para
la gubernatura para seguir con el cambio. No fue un discurso incendiario, pero
si lleno de realidades, muy formal en cifras y en la forma de darlo. De hecho,
ese es el estilo de Polo. Arrancó varios aplausos en su desarrollo.
Finalizó
el evento con un discurso del representante del gobernador, de Gómez Arias. Muy
criticado. Seguramente que ni el bolero que ahí estaba creyó lo que el
secretario general de gobierno, en funciones de representante del gobernador,
decía. Su participación parecía el informe del gobernador y no se circunscribió
a lo protocolario, es decir, no se limitó a recibir el informe y decir que
tomaba nota de lo acontecido ahí, sino que su discurso parecía el informe del
gobernador. Bueno, hasta las vacas australianas salieron a relucir ahí.
Una
embarazosa situación, que seguramente le provocaba prurito al presidente
municipal, fue que a cada rato los organizadores del evento le pasaban
tarjetitas pues había actores y funcionarios que no habían recibido su
respectivo “cebollazo” de parte de Polo. Así que Polo tuvo que estar sudando la
gota gorda a cada rato a fin de que no se le pasara mencionar y agradecer la presencia
de los invitados de altos vuelos, porque los invitados mortales como el de la
trinchera, y otros, pues simpe y sencillamente nos agradecieron en el rubro de
invitados especiales. Algo es algo.
Representantes
de altos vuelo no hubo muchos. El que más podía ser noticia fue el cartucho
quemado de Jalisco que fue ex gobernador, ni del nombre me acuerdo. También
hubo algos dos diputados federales que son como la caca del perico, “ni huelen
ni hieden”. Estuvo el presidente municipal de Cancún y mi amigo Arturo Dávalos,
presidente municipal de Vallarta, a quien por cierro saludé y ungí a los
organizadores a que lo “pelaran” pues no lo conocían.
Destacó
la ausencia de nuestro Judas preferido, Acosta Naranjo, de Sonia Nohelia, de
los Echevarría, de toda la fracción de regidores del PRI, de los políticos de
MORENA. Del PT estuvo mi amigo José Luis Sánchez, al que por cierto ni una flor
le lanzó Polo, ni lo mencionó. Pero, sobre todo, un elemento importante que da
cuenta de que Polo la tiene difícil es la ausencia de algún político de altos
vuelos de parte del PAN. No hubo ninguno. Ningún gobernador. Es decir, si no
estuvo el Judas de Acosta, ni estuvo nadie del PAN nacional, ni personajes políticos
de importancia nacional ¿será eso un mensaje subliminal de que Polo no es el
bueno para la alianza en el 2017? Yo no lo creo y, si eso no es así, entonces
los organizadores le fallaron a Polo porque un evento de esa naturaleza debe
ser un evento plenamente político donde se destaque las cartas políticas que
Polo trae.
En
fin, se terminó el acto de segundo informe y todo mundo se prestaba a ir al
otro, al de La Valentina, donde la muchedumbre se aprestaba para asistir. Me despedí
de Polo y me salí del edificio del ayuntamiento para dirigirme al otro evento,
al masivo. Llegué y mejor me desistí de estar presente. Era mejor disfrutar de
un chiloso “agua chile” de camaroncito acompañado de una pacífico que andar en
la bola solamente por morbo.
¿Qué
lectura política se le puede dar al evento del segundo informe de Polo? Que, a pesar de lo poco impactante del informe,
a pesar de que Polo no mostró cartas de apoyo fuerte, a pesar de la ausencia de
actores políticos de peso, a pesar de las restricciones presupuestarias y lo
bloqueos de parte del gobierno estatal, Polo sigue siendo una preocupación para
otros actores que también quieren la gubernatura. Deberá tejer fino para llegar
a la candidatura primero.
PD. Ni el rector de la UAN fue al
informe, mandó a su secretario general. Uf!