El día de ayer leí una nota en
donde el buen amigo Roy Rubio, encargado de fiscalizar los recursos del pueblo,
anda interponiendo alrededor de treinta querellas en contra de funcionarios
públicos. Ninguno de ellos es Juan López Salazar. Lo dejó escapar. Es extraño
que mientras haya alcaldes y funcionarios públicos que se roban o desvían
algunos milloncitos, a Juan López Salazar, que desvió millones y millones de
pesos, no se le toque ni con el pétalo de una rosa.
El
escandalo es mayúsculo en el caso de la UAN: SAT por 313 millones, Infonavit
por 93 millones. En ambos casos se les retuvieron las cuotas e impuestos y no se
enteraron. En el IMSS de igual manera con 22 millones. Amén de la maroma
contable que hizo en enero cuando supuestamente pagó doble, pero donde nunca
apareció el abono doble en los recibos sólo los descuentos. Otra mancha más en
el fondo de pensiones donde el escandalo es mayúsculo. Contrataciones de
personal al margen de las leyes en contubernio con los líderes sindicales, en
fin, toda una ola de delitos y resulta que Roy Rubio no molesta al señor Juan
López ni siquiera con una referencia en algún medio de comunicación.
En
la página del órgano superior de fiscalización, se tiene publicada la revisión
del año 2014. En dicho dictamen, se dice que la primera observación es que la
UAN no presentó la cuenta pública del 2014 y, por tanto, el OFS determinó de
acuerdo con la ley “dar
inicio al procedimiento de responsabilidad administrativa, se establece como
presuntos responsables a: rector; secretaria de finanzas y administración;
directora de finanzas de la Universidad Autónoma de Nayarit”; En la siguiente
observación se establece que la UAN no entregó la información y la
documentación relativa al 2014, en consecuencia, el órgano también determinó
dar inicio al procedimiento de responsabilidad administrativa, como en el caso
anterior. Luego hay un sin número de observaciones en torno al control presupuestal
y a la violación a la ley general de contabilidad gubernamental donde se hace
responsable a la anterior secretaria de administración y finanzas en términos
administrativos y resarcitorios.
Una
observación interesante es la siguiente: “De la revisión a la base de datos de nóminas
quincenales del ejercicio 2014, solicitada en la orden de auditoría
OFS/AG/OA-91/2015 y proporcionada por la Universidad Autónoma de Nayarit, con
oficio SFA/266/2015, de fechas 12 y 26 de mayo de 2015 respectivamente;
dispersiones electrónicas, pólizas de egresos y diario solicitadas con el
oficio OFS/AGF/EA.04/SDC-02/2015 y remitidas con oficio SFA/330/2015, de fechas
15 y 24 de junio del año en curso; se comprobó́ que no se elaboraron
comprobantes en forma impresa que comprueben y justifiquen el pago,
correspondiente al subsidio estatal; por lo que no se acredita la retribución
recibida por el personal docente y administrativo de la Universidad Autónoma de
Nayarit, por un monto de $109,468,657.83 (ciento nueve millones cuatrocientos
sesenta y ocho mil seiscientos cincuenta y siete pesos 83/100 moneda nacional…”
Después de que la UAN quiso solventar dicha observación el OFS dijo: “Del análisis
de la información presentada por el sujeto fiscalizado, se determina que la observación
se ratifica, toda vez que el articulo 101 de la Ley Federal del Trabajo
menciona la moneda y forma de pago; así como los contratos colectivos de
trabajo SETUAN y SPAUAN sobre los salarios establecidos en tabuladores y formas
de pago, también lo es que no se cuenta
con el documento que acredite que el trabajador recibió de conformidad su
salario, aunado a lo anterior para este ejercicio fiscal 2014 se tenía la
obligación de expedir comprobante fiscal digital por Internet (CFDI) por las
remuneraciones pagadas a los trabajadores.”
Y
asi por el estilo, el Órgano superior de fiscalización hizo muchas
observaciones y determinó dar inicio a los procedimientos de responsabilidad administrativa,
pero hasta ahí. El 2014 fue el año en que no se pagaron los aguinaldos y el
órgano superior de fiscalización guardó silencio. Ni les dio continuidad a los
procedimientos de responsabilidad ni mucho menos interpuso denuncias o
querellas ante la fiscalía. Ante ese sospechoso silencio los universitarios y
Nayaritas nos preguntamos las razones de no enjuiciar a Juan López Salazar y
quienes resulten responsables en la presunta comisión de delitos y daños
patrimoniales al erario público y en perjuicio de la UAN. Roy Rubio debe dar
una explicación a la sociedad acerca de su sospechoso silencio en el caso UAN
PD.
NO hay.