En las redes sociales circula este aviso: “En conferencia de prensa el Gobernador del estado de Nayarit
reconoció que no había otro camino más que entregar la Toma de Nota al Comité
Ejecutivo electo democráticamente por más de 8,500 trabajadores sindicalizados
al SUTSEM, como parte del cumplimiento que debía dar el Tribunal de Conciliación
y Arbitraje del estado al mandato del Juzgado Segundo de Distrito con
residencia en Tepic; sin embargo, pese a las declaraciones del Gobernador, los
trabajadores sindicalizados seguimos constatando las arbitrariedades, capricho
y cerrazón del gobierno al negar su entrega; por lo que ahora no habrá otro
camino más que esperar el acuerdo del Juez de Distrito para imponerle una nueva
multa tanto al Presidente del Tribunal como al resto de los integrantes del
pleno por no cumplir con su requerimiento y esperar a remitir el expediente a
la Suprema Corte de Justicia de la Nación para iniciar la destitución e
inhabilitación, incluido su arresto, del Presidente del Tribunal que a
desacatado la orden del Juez Federal. Los mantendremos informados”.
Sin duda alguna esta es una expresión más de la férrea defensa
que han hecho los trabajadores del SUTSEM en defensa de sus derechos y de su
sindicato como tal. Uno de los caminos que han seguido en su lucha es, desde
luego, el camino jurídico. Es un camino lento pero seguro, aunque el problema
es que las instituciones dejan mucho que desear cuando se trata de impartir
justicia desde los tribunales laborales. La evidencia ha demostrado que la ley
se tuerce, se estira, se usa con criterios políticos y no eminentemente jurídicos
cuando se impartir justicia se trata.
“Haiga sido como haiga sido” la verdad es que hay que
darles un reconocimiento público a los trabajadores y su dirigente Águeda
Galicia quienes han mantenido su lucha ya durante un año. Si, un año de
resistencia ante las embestidas gubernamentales, un año de esfuerzo por
defender lo que ya han conquistado, sea excesivo o no, lo cierto es que es
parte de su patrimonio histórico. Y lo defienden tal como debe ser, con lucha pacífica,
con movilización y con resistencia.
Desde luego, atrás de la negativa de la toma de nota,
está el problemón financiero que los gobiernos estatal y municipales se cargan
con los trabajadores, especialmente en el gobierno del estado. Se les debe
mucho dinero, las arcas están vacías y sin posibilidad de llenarlas para hacer
los pagos correspondientes. Si el problema fuera la simple toma de nota no creo
que hubiera problema en otorgarla. A estas alturas nadie niega que la dirigente
Águeda Galicia tuvo el respaldo suficiente para seguir de dirigente del SUTSEM.
De hecho, soy testigo del respaldo masivo que recibió cuando fue el día de su
registro. Si hubo problemas legales estos podrían subsanarse con un poco de
voluntad política del gobierno, sobre todo si este fuera respetuoso de la
autonomía sindical, pero la verdad es que no es así.
Todos sabemos que en las coyunturas político electorales
se deshacen alianzas, pero se crean otras, el juego político se vuelve muy
dinámico. Seguramente que, ahora que ya la suprema corte de justicia de la nación
decidió que habrá presidentes municipales, diputados y gobernador de cuatro
años, habrá muchos aspirantes que tratarán de dar su apoyo al SUTSEM a cambio
de obtener su apoyo político para lograr triunfos electorales. La llegada del
ciclo político electoral, con toda certeza que beneficiará a Águeda Galicia y
los trabajadores aumentando las posibilidades de triunfo del movimiento
sindical. Por el contrario, la fuerza política del gobernador se irá
disminuyendo a medida que salga el candidato oficial, el candidato del PRI
quien ya deberá tomar muchas decisiones para lograr el triunfo. Solo basta que
mantengan la resistencia a diciembre o enero y seguramente los trabajadores del
SUTSEM empezarán a oler el triunfo y comenzarán a sentir la alegría que dan los
frutos de su lucha.
Si el gobernador no pudo “tronar” la resistencia sindical
en el año que lleva sin darles la toma de nota, seguramente a medida que pasa
el tiempo menos lo podrá hacer. Su gobierno ya prácticamente termina y los
trabajadores saben que la fortaleza de su movimiento es directamente
proporcional al paso del tiempo. Para el gobernador es al contrario, su
fortaleza es inversamente proporcional al tiempo. A escasos tres meses de terminar
el año el SUTSEM se convertirá en un ejército político que, bien dirigido por
su astuta dirigente, seguramente inclinará la balanza político electoral hacia
el o los candidatos que apoyen.
La gran duda que salta a la vista es ¿Por qué el
gobernador no construyó una férrea alianza con los trabajadores de la
burocracia? Claro, aún es tiempo de, con todo y raspaduras, hacerla. Si quiere
tener un triunfo del PRI sobre los candidatos opositores debería hacerla, son
los tiempos de sumar fuerzas y votos. La soberbia y la prepotencia en política
es muy mala consejera. En fin, sea como sea, la historia ya está registrando
esta nueva lucha del SUTSEM, es una lucha que los fortalece porque la unidad y
la firmeza de las convicciones sindicales de los trabajadores los mantienen en
la lucha, saben que la organización es su patrimonio, saben que no solamente
tienen un liderazgo en Águeda que ha soportado amenazas y campañas de desprestigio,
sino que lo que está en juego es la defensa de lo que les pertenece: sus
ingresos y prestaciones. Y eso solo lo pueden defender unidos y con firmeza.
PD. Y en la UAN seguimos
igual.