En las fantasmales
campañas de los candidatos a diputados federales, de pura chiripa, me tocó ser
abordado por una mujer candidata. No digo el nombre. Pero fue ayer, por la
avenida Rey Nayar. Estaba en un lavado de vehículos. Llegó, se presentó y sólo
otra chica y este escribano de la trinchera como que le hicimos caso. Nos
regaló una pulserita de tela verde. De su nombre ya ni me acuerdo. Pero intentó
convencernos. Hizo su esfuerzo.
Su discurso se parecía al de los merolicos que hablan
mucho y no dicen nada. Como este: “Venga acérquese o arrímese, para que vea
mire u observe como saco extraigo o sustraigo, de esta caja arcón o baúl, un
trozo pedazo o retazo, de trapo tela o hilo hila. Ustedes se dirán se
preguntarán o interrogarán, porqué hablo digo o me expreso, de tres modos
formas o maneras, pero es que hay gentes personas o individuos, que no
entienden razonan o asimilan, como ese ebrio borracho o teporocho”. Y desde
luego, los candidatos que así hablan, corren el riesgo de que les respondan
como lo haría el teporocho aludido por el merolico. Así: “Oiga usted merolico
parlanchín o charlatán, junte recoja o levante, sus cosas objetos o
pertenencias, y váyase encamínese o diríjase, a perturbar molestar o chingar, a
su antecesora progenitora o madre”.
Y es que ante ese tipo de campañas, donde no hay
propuesta concreta, donde no se nos dice a los ciudadanos para qué quieren
estar en la cámara de diputados, la verdad es que se desincentiva la gente, no
hay un motivo que nos anime a ir a votar. “Quiero ir a la cámara de diputados
para lo que quiero hacer” esa fue su afirmación y nos pidió el voto a la
muchedumbre que nos arremolinamos ahí en ese lavado y que ascendía a la
cantidad de dos ciudadanos. Ante esas aviesas intenciones uno se pregunta: ¿Y
qué ira a hacer en la
cámara?¿Dormir?¿Levantar el dedo sin saber para qué? ¿Tener una justificación
para dedicarse ala dolce vita y
disfrutar del glamour que da el ser político de altos vuelos durante tres años
con posibilidad de volver a reelegirse? Uno no sabe. Por eso se desincentiva a
los ciudadanos para ir a la urnas, no nos tocan las fibras sensibles de
nuestros intereses como ciudadanos para que nos hagan sentir que debemos tener
a tal o cual persona ahí y votar por él o ella.
Por eso muchos ciudadanos caemos en la siguiente postura:
“NO IRÉ A VOTAR PORQUE TODOS SON IGUALES”. Lo que mucha gente no alcanza a
discernir es que no ir a votar significa de todas maneras participar en el
proceso electoral. El abstencionismo es una forma de participación política que
de una u otra manera beneficia a algún candidato. Pero es una forma de
participación pasiva que tiene efectos políticos en el resultado de la
votación. ¿Y quienes son los que se benefician por la postura de muchos
ciudadanos de no votar? Por lo general se beneficia al candidato del partido
que tiene estructuras más rígidas de control y que tienen ya definido un “voto
duro”. En las condiciones actuales del proceso electoral de Nayarit, es obvio
que la no participación favorece al candidato del PRI. Si a eso le sumamos que
mucha gente si vota pero anula el voto y si también le sumamos que la votación
se dispersa ante tanto candidato, entonces las cosas se fortalecen para el
candidato del PRI.
Por eso, en estos momentos del proceso electoral es
importante que los ciudadanos acudamos a las urnas a votar, pero hacerlo de
manera consciente, con claridad respecto de la trayectoria de los candidatos y
de sus propuestas. Yo se que hay candidatos que pueden ofrecerles las perlas de
la virgen y los bueyes y la carreta en estas elecciones, pero eso no garantiza
que en realidad cumplan. Resulta incluso mas convincente para los ciudadanos
ver la trayectoria de la persona, si tiene solvencia moral reconocida
socialmente o si ha sido y es comparsa de las mafias de los partidos políticos.
Y si todos son así, entonces pensar en el que menos nos vaya a hacer daño como
ciudadanos.
En el caso del distrito dos referido a Tepic, de los
candidatos que pueden estar en la mente de los votantes son: Gianni Ramírez del
PRI, Alejandro Galván por el PAN, Castellón Fonseca por el PRD y José Manuel
Quintanilla Rentería por el PANAL. De los demás ni para qué ocuparse, son votos
tirados a la basura porque son candidatos que no tienen la mas mínima
posibilidad de ganar. Es mejor que la disputa se de entre los candidatos que
tienen la viabilidad política de triunfo y la pelea está entre esos cuatro. Si
no hay alguno que les convenza por bueno o excelente candidato, entonces hay
que votar por el menos malo.
Sería interesante que se diera un debate entre todos los
candidatos pero si no se puede por lo menos que se de entre los que están con
mayor presencia popular, que son esos que mencioné, según Walter Mercado, mi
consejero personal. Así pudiéramos saber que piensan hacer ante el desmadre de
país que tenemos. Es obvio que ni no se puede, los ciudadanos seremos presa de
los políticos esos como el que me abordó, unos merolicos cualquiera o de
aquellos políticos mitómanos que hacen propuestas que emocionan a los
ciudadanos para que voten por ellos. robertogbernal@gmail.com
PD. Ahora que andaba disfrutando del placer que dan
las playas Nayaritas, en pleno goce vacacional, me fui a disfrutar de la vida nocturna
allá por el lado de Vallarta. Un diputado, bajo los efectos del alcohol, la
penumbra del bar y al son de un grupo norteño le decía a una guapa como exótica
chica: Hola, hip, quiero conocerte mejor, tengo 38 años, soy diputado y hip soy
honesto. Ella, ante tamaña sinceridad no pudo mas que responderle de la misma
manera: Hola, encantada, tengo 30 años, soy prostituta desde hace 15 años y soy
virgen….Le propuso matrimonio, era su propuesta numero treinta en tres horas. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx