Ayer, fui a llevar a mi hijo a su
curso de verano. Ahí me encontré a un profesor amigo personal desde hace muchos
años. Hombre serio, trabajador, reconocido por la sociedad Tepicense. Por
recomendación suya no diré su nombre. En cuanto me vio, se abalanzó sobre mí
para decirme: “te tengo una buena noticia”. Y la noticia es precisamente la que
lleva por título la presente columna.
Ya
se sabía, se escuchaban rumores, se comentaba en las redes sociales, pero no me
había topado con un caso de carne y hueso que fuera testigo de toda esa
rumorología. ¿Cuál? El hecho de que desde el gobierno empezaron a correr gentes
que en el proceso electoral pasado no habían apoyado a los candidatos del PRI.
Y bueno, ahora me toco un caso, me tocó un ser de carne y hueso quien compungido
me platicó la experiencia de sentirse reprimido por las autoridades de la
Universidad Tecnológica de Xalisco, que es la institución en la que desde hace más
de diez años prestaba sus servicios como profesor. Y ahora que tuvo el
atrevimiento, que tuvo la osadía de apoyar a un candidato que no era el del
PRI, le cobran la factura despidiéndolo.
Su
despido fue ordenado por un tal Alejandro Fonseca, a quien no tengo la dicha ni
el gusto de conocer, pero se sabe que es quien sustituyó al encarcelador de
albañiles y luego rector de la institución en comento, mi amigo Béjar Fonseca.
La razón de su despido es por haber apoyado a un candidato distinto al del PRI,
porque razones de índole laboral y profesional no existen. Te vas, así, sin
miramientos y sin expediente alguno, fue cesado arbitrariamente de sus labores.
Seguramente,
con ese tipo de actitudes, el funcionario que ordenó su despido nos muestra que
ha de ser un chiquillo de esos vanidosos que creen que los Nayaritas no los
merecemos y que debemos inclinarnos ante su paso porque trae trajes de marcas
extranjeras y coches último modelo. Ha de creer que el poder es para satisfacer
su ego y su vanidad o para actuar de manera prepotente e insolente sin tener
ningún respeto a las leyes.
Por
si no lo sabe el chiquillo irrespetuoso que funciona como rector de esa
institución, las libertades constitucionales costaron mucha sangre al pueblo de
México para que hoy las disfrutáramos. Años de sufrimiento y lucha son las que
forjaron nuestros antepasados para que viviéramos decorosamente en un marco de
libertades establecidas en la constitución. Cualquier trabajador puede tener la
filiación ideológica o política que se le antoje, que le plazca o prefiera sin
que ello afecte para nada sus derechos laborales, en México hay libertad
política, de expresión, religiosa e ideológica, trabajes donde trabajes se te
tiene que respetar. No puede usarse facciosamente las instituciones a menos que
quien las practique sea un personaje primitivo y gorilesco que no respeta el
estado de derecho.
Por
eso mismo el PRI como institución y como partido va en caída libre, porque
quienes liderean y administran ese partido dejan que esas posturas propias de
un fascista, deterioren la imagen institucional de un partido que no nació para
ser pasto de perversos o de plano de niños nacidos en los algodones que no
saben nada de sufrimiento social. Flaco favor le hacen al PRI quienes practican
el cobro de facturas políticas sobre la base de violentar los derechos
laborales.
El
uso faccioso y perverso de las instituciones en favor de un partido político ya
no funciona, se acaba de demostrar en las recientes elecciones, en donde con
todo el uso del poder, con todo el peso de las instituciones usadas facciosa y
perversamente para apoyar al candidato del PRI, de todas maneras salieron
derrotados en la capital Nayarita. Por el contrario, si se sigue en esa
inercia, de usar las instituciones así, ese partido caerá en mayor descredito
social, en mayor rechazo a sus posturas. Lo que deberían hacer quienes
practican eso es hacerse una autocrítica para enderezar su mal gobierno, con
eso pueden recobrar algo de la escasa legitimidad social que les queda en lugar
de usar la represión como forma de castigo por no haber apoyado a sus
candidatos.
Y
al tal Alejandro Fonseca, rector de la Universidad Tecnológica, desde esta
humilde tribuna le digo que estar al frente de una institución educativa
implica tener solvencia moral socialmente reconocida, implica ser un símbolo a
seguir por los cientos o miles de estudiantes quienes ven en su rector un
ejemplo moral, profesional y académico, ser rector implica tener la dignidad
para estar al frente de quienes serán el futuro de Nayarit que son los
estudiantes. Pero si tenemos un delincuente de cuello blanco, un modosito aprendiz
de gorila que no respeta las leyes, entonces ¿a donde vamos a llevar a Nayarit
con ese tipo de personajes ligeros? Servido. robertogbernal@gmail.com
PD. Y conste que no tengo nada
personal con este muchacho quien seguramente no es santo de mi devoción, pero
conozco de muchos años al profesor que fue víctima de este energúmeno vestido
de traje y sé que es un hombre trabajador, reconocido por la sociedad y con
muchos, pero muchos años de trabajo ininterrumpido en la educación. Profesor, está
a su disposición el doctor en derecho que le comenté para que haga su defensa
legal y exhiba públicamente a este tipo de nefastos personajes www.trincherauniversitaria.blogspot.mx