23 diciembre 2013

¡FELIZ NAVIDAD!

Estoy plenamente invadido por el espíritu navideño. Por esa razón, sirva esta columneja para desearles a mis cuatro lectores mis mejores deseos en esta noche buena, navidad y de una vez para el año que viene. Que sea un año de salud, paz, amor, tranquilidad, armonía y bienestar en sus hogares. En realidad se los deseo a todos. Y como el espíritu navideño anda de vago invadiéndonos a todos, desde aquí les voy a decir cuáles son mis deseos.
            Para empezar deseo fervientemente que se le quite lo rarito al rarito. Los astros ya le dijeron al profesor y pitoniso que de todas maneras será gobernador en el siguiente sexenio, pero quizá de la colonia zitacua. Así que espero y dios le conceda esa dicha pero al mismo tiempo deseo que, una vez que se siente en la silla real, se le quite la honestidad equivalente a la del chaparrito que nos gobernó y deje a los indígenas apoltronados en esa colonia hasta la madre de endeudados. Sólo pido que no vaya a pintar de lila sus oficinas gubernamentales ubicadas en la colonia cora.
            Deseo fervientemente que otro chaparrito que no canta mal las rancheras para hacer negocios desde el gobierno, muy conocido por su descendencia italiana y cuyo nombre es Gianni La Chingas, se le conceda ser presidente municipal pero del hermano municipio de Atizapan de Zaragoza, allá donde si los descubren de rateros los linchan. A ver si se anima.
            Otro deseo que tengo y espero que se cumple es para con un amigo muy estimado incrustado en las principales oficinas del gobierno. Es uno que es muy bueno para dar atole con el dedo. Deseo fervientemente que a ese atole que cotidianamente cocina desde palacio de gobierno ahora le sume unos buenos tamales políticos. Su eficacia como operador se verá en estas elecciones del año venidero donde se requiere un buen tamalero.
            No puedo dejar pasar un deseo para nuestros estimados y siempre bien ponderados diputados. Mi deseo es que se nos olvide que exoneraron a la mayor rata gubernamental de que hemos disfrutado los Nayaritas, que se nos olvide que arreglaron la ley para poner a un fiscal casi hasta que la muerte lo separe del cargo y de la misma manera arreglaron la ley para poner a un nuevo fontanero que tape el mierderío que sale de las cañerías gubernamentales con un fétido olor a corrupción. Mis mejores deseos para que sigan por ese buen camino, su eficiencia y lealtad casi parecida al servilismo les será recompensada con alguna presidencia municipal en la próxima elección o por lo menos con un buen fajo de billetes que les caerán por obra y gracia del espíritu santo.
            También deseo que todos los espejitos que nos han vendido sigan por ese camino aunque de tanta bonanza también nos podemos enfadar. Que el crecimiento económico que disfrutamos sea con menos ritmo porque ya no sabemos qué hacer con tanto dinero y con tantos empleos que tenemos, tampoco sabemos que hacer para que los Finlandeses o los Suizos dejen de enfadar porque los estamos apantallando con cero impunidad y cero corrupción y, por el contrario, lo mejor en transparencia y rendición de cuentas.
            Otro más de mis deseos a Papá Noel es que los presidentes municipales ya salgan de la crisis financiera que los atosiga. Deseo que a más tardar en febrero se les regularicen los pagos a todos los burócratas municipales y estatales, que se les pague todo lo que se les debe, lo mismo al magisterio. Aunque sé que dios no cumple caprichos ni endereza jorobados, la verdad es que es un deseo sano, sin nada de perversidad, pues creo que la abundancia económica que disfrutamos dará los recursos para eso. Si Santa Claus me cumple el deseo, los dineros del gobierno ya no se utilizaran para hacer política, no se usarán para promover candidaturas ni se usarán para pagar publicidad inútil, ni mucho menos para cultivar la vanidad del gobernante o traer artistas al lienzo charro.
            Por último, deseo que, este si es un deseo sin ironía, que Naranjo no nos vaya a vender nuevamente para hacer ganar a los candidatos priistas. Naranjo es el responsable de las alianzas en el comité ejecutivo nacional del PRD, posición de la cual se puede aprovechar para pactar nuevamente con el innombrable y así allanarle el camino. Deseo pues que Naranjo no vuelva a las andadas, los Nayaritas no merecemos una nueva traición y Naranjo tiene la oportunidad de oro para redimirse. Aunque dicen que la cabra siempre tira el monte, espero que eso no sea más fuerte que la fuerza de Papá Noel. robertogbernal@gmail.com





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