El gobernador del
estado nombró a un sinaloense al frente de la dependencia que atenderá el
sector primario de Nayarit. Desde luego, las opiniones empezaron a relucir, las
aduladoras hacia las decisiones del gobernante pero también las de la crítica.
O sea, unas opiniones zalameras y las otras de crítica y algunas de
denostación. De todo, como en botica. En lo personal, no voy a adular al
gobernador como tampoco lo voy a criticar, pero lo que sí haré es realizar
algunos comentarios reflexivos en torno a la pregunta que lleva como título la
columna.
¿Por qué un sinaloense? Yo estoy de
acuerdo en que hay que aprovechar el capital humano de donde sea que se
encuentre para sacar adelante a Nayarit. Estoy de acuerdo en que, así como es
necesaria la inversión extranjera, cuando no la hay aquí, para desarrollar
económicamente algunas zonas, también hay necesidad de aprovechar el capital
humano de donde esté para generar
crecimiento y desarrollo.
Pero el problema es que aquí en
Nayarit hay mucho capital humano que es posible aprovechar. De hecho lo he
comentado en otras columnas en donde le mandaba el mensaje al gobierno para que
voltearan su mirada hacia la Universidad, hacia nuestra institución. Ahí
tenemos mucho capital humano que es posible aprovechar para generar proyectos
de desarrollo estatal.
En la Universidad tenemos gente con
diferente perfil, gente con experiencia, preparada, expertos en diferentes
áreas y temas que están vinculados al sector primario de Nayarit. El rector y
el gobernador deberían sumar esfuerzos en ese sentido para aprovechar ese
capital humano y no tenerlo desperdiciado al interior de la institución, donde
se dedican solamente a dar sus clases
para tener acceso a una beca al desempeño académico.
En la Universidad están los
académicos de la escuela nacional de ingeniería pesquera, los de veterinaria y
zootecnia, lo de agricultura. Es capital humano que debiera ser aprovechado,
incluso me atrevo a decir que no le piden nada a ningún funcionario estatal o
federal de cualquier lado del país en términos de preparación profesional. Si
aquí existe el capital humano necesario entonces vale la pena la pregunta ¿por
qué un sinaloense?
Me podrán decir que el sinaloense, por
su experiencia y preparación es garantía de que el sector primario saldrá
adelante. Pero, eso no es argumento porque eso también lo podemos decir
respecto de la gente de aquí de Nayarit. El campo necesita créditos oportunos,
tecnología, insumos baratos, mercados seguros, necesita incluso un cambio de
cultura de los propios productores, en fin hacen falta muchas cosas aparte de
la misma organización de los productores. Pensar que un sinaloense es la varita
mágica para resolver el estado de atraso del campo de Nayarit es equivalente a
pensar con la simple presencia del órgano superior de fiscalización se acaban
los corruptos.
Entonces pues, ¿Por qué traerse a un
sinaloense del que sabemos no va a cambiar el estado de cosas en el sector
primario de Nayarit, más cuando hay muchos cambios nacionales que no sabemos el
rumbo exacto de su curso? La decisión del gobernador en el sentido de poner a
otro personaje con más perfil es de felicitarle. Por lo menos ahí si puso a
alguien que corresponda con el perfil y no como en otros casos donde puso a
“expertos boleros a arreglar computadoras”.
Sin embargo, algo huele mal en el
ambiente cuando hay mucha gente experta aquí que no se aprovecha y que bien
pudiera estar al frente de esa dependencia. Algunos mal pensados ya están
diciendo que hay negocios del gobernador de aquí con el de Sinaloa, y por eso
la designación. Si eso es cierto, no faltará mucho tiempo en que lo sepamos,
esas cosas son como el dinero y los pend…jos: no se pueden ocultar por mucho
tiempo. robertogbernal@gmail.com
PD. Aprovecho la
columna para informarles a mis cuatro lectores cómo van las pláticas con el
rector de la UAN y la organización que
dirijo, el STUAN. Sólo tuvimos un primer acercamiento del que hubo solamente
buenas intenciones, de ahí no ha pasado nada más. Mi rector hace ya casi quince
días que se quedó mudo, ya no responde a mis peticiones de diálogo. ¿O será que
es de esos funcionarios que se sienten dioses el estar en un puesto público y
que hay que hincársele? Debe caerle el veinte al rector de que es un
simple y mortal funcionario público que
está al servicio de los universitarios, está para atendernos, es su obligación.
Seguiré insistiéndole al diálogo por la vía formal, después por la vía pública.
Espero que pronto le regrese el habla. www.trincherauniversitaria.blogspot.com
