En el pasado debate
entre los candidatos presidenciables, se pudieron ver varias cosas. Sólo me
quiero referir a lo que mostró la candidata del PAN. A dos cosas
específicamente. La primera es la referente a su conducta rijosa y criticona
respeto del resto de los candidatos, y la segunda acerca de su propuesta de la
integración de un gobierno de coalición. Son dos señales interesantes que deben
tener algún resultado en los próximos días.

Pero la otra señal es importante. Y
va pegada a la primera, es su
complemento. Si su desesperación la mostró con esa conducta rijosa para ver si
logra remontar en las preferencias, la otra señal, la de la integración de un
gobierno de coalición, representa dejar la puerta abierta para sumarse a uno u
otro candidato, de los punteros. Es hasta cierto punto contradictorio asumir
una conducta rijosa y peleonera respecto de los otros candidatos y luego
proponer que los va a integrar a su gobierno. Por eso, esa señal de la
integración de un gobierno de coalición, no representa otra cosa más que la
intención de Josefina de que la inviten a sumarse a uno u otro candidato, ella
es precisamente la que se encuentra en medio de los dos punteros y su
inclinación hacia uno u otro definiría la elección. ¿Cuánto “vale su amor”?
Seguramente le harán propuestas en ese sentido.
Es difícil que Josefina decline,
pero lo que sí se puede hacer es que ella y/o Calderón, orienten al panismo nacional a inclinarse por
aquel candidato que les ofrezca una mejor negociación. La preocupación que me
embarga es que Calderón, y consecuentemente Josefina, se inclinen hacia el
candidato del PRI. De hecho, ya lo he dicho en otras columnas, Calderón no ha
sido blanco de ataques de los priistas pero tampoco el presidente actuó contra
ellos, lo hizo solamente a nivel propagandístico con el asunto de los ex
gobernadores y generales corruptos, pero hasta ahí. Hay una complicidad
manifiesta entre Calderón y los del PRI, de hecho, hasta en las redes sociales
Calderón ya se atrevió a criticar a AMLO, pero no a Peña.
Con esa postura, con tal de salvar
su pellejo, Calderón se va a llevar entre las patas a Josefina, la va a “vender como puerco
flaco”. Si a Fox y Espino les fué como en feria por inclinarse a favor de Peña
Nieto, a Calderón también le puede ir muy mal en el plano de la opinión
pública, pero eso si, salva su pellejo. Pero Josefina no tendría ninguna razón
para pactar con los del PRI, muy por el contrario, ella se registraría en la
historia de México como una candidata que logró hacer algo por México, que
sacrificó sus intereses personales y partidarios por evitar el regreso de lo
que ella misma llamó el autoritarismo.
¿Recuerdan mis escasos lectores el
caso de la pasada elección en Nayarit? Los Nayaritas sufrimos un “Naranjazo”.
Gracias a los buenos oficios de mercader de la política y traidor a los
Nayaritas, el judas Naranjo hizo que el PRI se apoltronara en el palacio de
gobierno. Los pocos votos que sacó el seboso traidor de Naranjo, quien
perrunamente se opuso a declinar por la respetable señora Chimo, oposición que
desde luego no fue gratuita, eran suficientes para asegurar que el PRI no
llegara a palacio de gobierno. Pero como dios no cumple caprichos ni endereza
jorobados, gracias a eso, el judas le dio el paso al PRI.
Hoy podemos sufrir los mexicanos un
“Chepinazo”. Es muy posible que los líderes panistas nacionales, en especial
Calderón, vayan a negociar con el PRI, dado que las “muestras de cariño” de Calderón
hacia ellos han sido muy evidentes. Pero los buenos panistas, los de abajo, los
que si creen en las declaraciones y estatutos del PAN, esos que si creen en los
principios de Gómez Morín, esos no tienen porqué asumir una conducta política
que ayude al regreso de los autoritarios y corruptos al poder en México. Por el
contrario, asumir una conducta de voto útil para llevar a AMLO al poder, no es
que haya traición al PAN, sino que es ser consecuente con la realidad política
actual: ante la virtual derrota de la candidata panista, es mejor usar el voto
para impedir que regresen los corruptos. Ya lo dije anteriormente: Josefina
está en una disyuntiva histórica: O se convierte en una heroína apoyando de
alguna manera el ascenso de AMLO a la presidencia dada su lejana posibilidad de
triunfo, o se convierte en nuestra Judas Mexicana si traiciona al pueblo de
México y apoya a los corruptos y autoritarios. robertogbernal@gmail.com
PD. Si los priistas
llegan al poder por no haberse unido Josefina y AMLO, ambos serán responsables
de esa tragedia nacional. AMLO debe hablar con Josefina y/o Calderón y no que
sean ellos quienes lo anden buscando. Josefina ya mandó la señal, sigue AMLO. Debe
dar muestra de humildad política. www.trincherauniversitaria.blogspot.com