12 junio 2012

LAS SEÑALES DE JOSEFINA


En el pasado debate entre los candidatos presidenciables, se pudieron ver varias cosas. Sólo me quiero referir a lo que mostró la candidata del PAN. A dos cosas específicamente. La primera es la referente a su conducta rijosa y criticona respeto del resto de los candidatos, y la segunda acerca de su propuesta de la integración de un gobierno de coalición. Son dos señales interesantes que deben tener algún resultado en los próximos días.
            Vayamos con la primera, la consistente en su conducta rijosa en el desarrollo del debate. ¿Qué refleja esa postura? Es evidente que esa es una postura tendiente a tratar de meterse en la pelea por la presidencia. De hecho, ya son solamente dos los punteros: AMLO y Peña Nieto. La postura de Josefina representa un ACTO DESESPERADO por remontar en las preferencias electorales, sin embargo, a escasas dos semanas del día de las votaciones, eso es prácticamente imposible. La suerte de la Chepina ya está echada, ya se quedó en un tercer lugar.
            Pero la otra señal es importante. Y va pegada a la primera, es  su complemento. Si su desesperación la mostró con esa conducta rijosa para ver si logra remontar en las preferencias, la otra señal, la de la integración de un gobierno de coalición, representa dejar la puerta abierta para sumarse a uno u otro candidato, de los punteros. Es hasta cierto punto contradictorio asumir una conducta rijosa y peleonera respecto de los otros candidatos y luego proponer que los va a integrar a su gobierno. Por eso, esa señal de la integración de un gobierno de coalición, no representa otra cosa más que la intención de Josefina de que la inviten a sumarse a uno u otro candidato, ella es precisamente la que se encuentra en medio de los dos punteros y su inclinación hacia uno u otro definiría la elección. ¿Cuánto “vale su amor”? Seguramente le harán propuestas en ese sentido.
            Es difícil que Josefina decline, pero lo que sí se puede hacer es que ella y/o Calderón,  orienten al panismo nacional a inclinarse por aquel candidato que les ofrezca una mejor negociación. La preocupación que me embarga es que Calderón, y consecuentemente Josefina, se inclinen hacia el candidato del PRI. De hecho, ya lo he dicho en otras columnas, Calderón no ha sido blanco de ataques de los priistas pero tampoco el presidente actuó contra ellos, lo hizo solamente a nivel propagandístico con el asunto de los ex gobernadores y generales corruptos, pero hasta ahí. Hay una complicidad manifiesta entre Calderón y los del PRI, de hecho, hasta en las redes sociales Calderón ya se atrevió a criticar a AMLO, pero no a Peña.
            Con esa postura, con tal de salvar su pellejo, Calderón se va a llevar entre las patas  a Josefina, la va a “vender como puerco flaco”. Si a Fox y Espino les fué como en feria por inclinarse a favor de Peña Nieto, a Calderón también le puede ir muy mal en el plano de la opinión pública, pero eso si, salva su pellejo. Pero Josefina no tendría ninguna razón para pactar con los del PRI, muy por el contrario, ella se registraría en la historia de México como una candidata que logró hacer algo por México, que sacrificó sus intereses personales y partidarios por evitar el regreso de lo que ella misma llamó el autoritarismo.
            ¿Recuerdan mis escasos lectores el caso de la pasada elección en Nayarit? Los Nayaritas sufrimos un “Naranjazo”. Gracias a los buenos oficios de mercader de la política y traidor a los Nayaritas, el judas Naranjo hizo que el PRI se apoltronara en el palacio de gobierno. Los pocos votos que sacó el seboso traidor de Naranjo, quien perrunamente se opuso a declinar por la respetable señora Chimo, oposición que desde luego no fue gratuita, eran suficientes para asegurar que el PRI no llegara a palacio de gobierno. Pero como dios no cumple caprichos ni endereza jorobados, gracias a eso, el judas le dio el paso al PRI.
            Hoy podemos sufrir los mexicanos un “Chepinazo”. Es muy posible que los líderes panistas nacionales, en especial Calderón, vayan a negociar con el PRI, dado que las “muestras de cariño” de Calderón hacia ellos han sido muy evidentes. Pero los buenos panistas, los de abajo, los que si creen en las declaraciones y estatutos del PAN, esos que si creen en los principios de Gómez Morín, esos no tienen porqué asumir una conducta política que ayude al regreso de los autoritarios y corruptos al poder en México. Por el contrario, asumir una conducta de voto útil para llevar a AMLO al poder, no es que haya traición al PAN, sino que es ser consecuente con la realidad política actual: ante la virtual derrota de la candidata panista, es mejor usar el voto para impedir que regresen los corruptos. Ya lo dije anteriormente: Josefina está en una disyuntiva histórica: O se convierte en una heroína apoyando de alguna manera el ascenso de AMLO a la presidencia dada su lejana posibilidad de triunfo, o se convierte en nuestra Judas Mexicana si traiciona al pueblo de México y apoya a los corruptos y autoritarios. robertogbernal@gmail.com
PD. Si los priistas llegan al poder por no haberse unido Josefina y AMLO, ambos serán responsables de esa tragedia nacional. AMLO debe hablar con Josefina y/o Calderón y no que sean ellos quienes lo anden buscando.  Josefina ya mandó la señal, sigue AMLO. Debe dar muestra de humildad política.  www.trincherauniversitaria.blogspot.com

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CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?