Fue ayer, en el
noticiero matutino de una reconocida periodista de nombre Carmen Aristegui.
Como todos saben, el candidato de los monopolios televisivos, Televisa y TV
Azteca, Peña Nieto, bravuconamente le dijo a López Obrador: “Si la televisión
hiciera presidentes, usted seria presidente”. Ello en relación a la
acusación que le hizo el priista a AMLO
señalando que gastó mucho más dinero que en medios de comunicación cuando fue
jefe de gobierno del distrito federal que cuando él fue
gobernador del estado de México.
Como deben recordar, AMLO presentó,
en el marco del debate, unas cifras que demostraban que Peña, en un solo año,
había gastado poco más de 600 millones pagados a Televisa. Y de ahí a la fecha,
se ha destacado una guerra de cifras. Es más, el día de ayer, Televisa mandó a
uno de sus “perros” con Carmen Aristegui, de nombre Héctor Aguilar Camín, a
descalificar el documento que AMLO había presentado en el debate. Pero le salió
cola porque el responsable de la elaboración de ese documento fue un escritor y
periodista que trabaja para la revista proceso, una revista que se caracteriza
por decir lo que las televisoras ocultan.
Pues bien, en el marco de esa guerra
de dime y te diré y de acusaciones mutuas, AMLO, para terminar de tajo, de
manera fulminante esa discusión y determinar ante los ojos de la nación quien
es el mentiroso, le hizo un reto público a Peña Nieto: SI YO MIENTO RENUNCIO,
PERO SI PEÑA MIENTE QUE HAGA LO PROPIO. Y desde luego, acompañó una de sus razones
para lanzar ese reto, dijo que no solamente estaba en juego la honestidad, sino
la congruencia. Y ahí están las cartas tiradas, esperemos que en lo sucesivo,
en estos días, Peña acepte el reto y no se haga como que la virgen le habla o
que empiece a mandar más perros a descalificar las pruebas de AMLO.
Yo no creo que sea una simple
bravuconería, un acto suicida o una simple ocurrencia. Conociendo las posturas
de AMLO durante toda su trayectoria, es fácil inferir que es un hombre de
principios, es un hombre que sabe perfectamente lo que dice y lo que hace en
congruencia con ello, AMLO es un personaje que está poniendo a prueba su propia
honestidad y su congruencia, no se anda por las ramas, y lo dice así de tajante
porque está seguro de lo que gastó él y
lo que gastó Peña, sobre todo con Televisa.
El reto fue público, no se necesita
notario ni nada por el estilo para que los mexicanos sepamos que AMLO está
poniendo ante los ojos del pueblo de México, sin ambages, sin cortapisas, su
posible declinación de ser presidente si
se le comprueba que miente, pero el que lo acusó de mentiroso, o sea Peña, que
también asuma la misma postura, si se le comprueba que mintió de frente a la
nación. Si se comprueba que Peña dijo mentiras en el marco del debate,
entonces, si tiene valor moral, tendría que renunciar.
Apuesto,
pesos a tostones, que Peña no asume esa postura. Seguramente lo que sucederá es
que a AMLO le echarán encima el poder de las televisoras para tratar de
mostrarlo como pendenciero o bravucón, eso sin contar que van a proteger a como
de lugar a su muñeco. O de lo contrario, también tienen otra posibilidad, la de
echarle tierra al asunto y no tocar más el tema para evitar que el muñeco caiga
drásticamente, como ya está sucediendo, en las preferencias electorales.
Pero
esa postura de AMLO ante las mentirosas afirmaciones del candidato priista,
seguramente que las explotará AMLO en el contexto del segundo debate. Es oro
molido. Con toda certeza, el equipo de tabasqueño pulirá los datos, se los
restregará en la cara y le exigirá que renuncie por mentiroso, lo cual hará
Peña Nieto solamente si Ney, Moreira y el judas Naranjo se vuelven honestos.
¿Quién
en su sano juicio, de manera honesta, puede negar que las televisoras estén
tratando de imponer al muñeco? Recuerdo que hasta en las telenovelas nocturnas
de Televisa, a cada momento pasaban imágenes del estado de México, poniéndolo
bonito precisamente con la perversa intención de maquillar a su gobernador y
posterior candidato. ¿Quién en su sano juicio no recuerda las innumerables
veces que vimos al ex gobernador mexiquense hoy candidato priista por la
televisión haciéndose publicidad mientras que a AMLO lo censuraban? ¿Creerán que
los ciudadanos estamos tan pendejos que no nos damos cuenta? robertogbernal@gmail.com
PD. La desesperación
que se le vió al “perro” mandado por Televisa, Héctor Aguilar Camín, para
tratar de descalificar a AMLO a través de echar abajo las cifras presentadas
por AMLO fue evidente, sobre todo porque le señalaron bien claro que, “mientras
tu trabajas para Televisa, yo trabajo para la revista proceso”. Los datos
fueron una filtración que le hicieron al escritor de proceso para denunciar
cómo las televisoras tienen todo un proyecto para imponer al muñeco como
presidente. La desesperación y angustia de este “perro” era tan clara que no
dejaba hablar al responsable del documento, lo interrumpía ante los desesperados
intentos de Carmen Aristegui de imponer equidad en el debate, no pudo, este
“perro con rabia” andaba suelto, ni Carmen le pudo poner bozal para que
mostrara educación para llevar adelante un dialogo de frente a la nación. www.trincherauniversitaria.blogspot.com