La única manera en
que Ney pudiera ganar una elección para ser senador, es sobre la base de que el
gobernador Roberto Sandoval, meta la mano en el proceso electoral, como en los
hechos ya está sucediendo, y entonces sí lo haga ganar. Y aún con todo el apoyo
gubernamental, me parece que se las verá “negras”. Ney sería, si fuera el caso
y llegara a conquistar la candidatura a senador, un candidato “cuichito”, está
muy desgastado políticamente y además hay muchos elementos que se pueden
presentar para “bajarlo del macho”.
Sin duda alguna que Ney buscará por
todos los medios habidos y por haber, ser candidato y tratar de conquistar una
curul. Eso lo protege y le da impunidad. Con eso se salva un poco de la
posibilidad de caer como huésped distinguido del Venustiano Carranza Inn o del
hotel gran turismo ubicado en el poblado del Rincón, ese que quieren enviar a
las Islas Marías. Y para ello utilizará todo lo que tenga a la mano. Sus alfiles en el congreso estatal,
sus relaciones con Beatriz Paredes y hasta su ola roja. Para Ney es una
necesidad ser senador o por lo menos diputado federal y con ello tener fuero.
Pero también tiene muchos elementos
en contra. No solamente tendrá en Navarro Quintero un opositor de a de veras,
sino que también va a tener que vencer los obstáculos que se derivan del alto
costo político que para el PRI representa su participación. El PRI sería
severamente cuestionado con una figura como la de Ney, es un lastre político,
una carga muy fuerte que mi tocayo tendría que cargar porque le tiene que
rendir buenas cuentas a Peña Nieto.
Pero no solamente eso. Mi tocayo va
a tener que soportar la nueva humillación que Ney le haría pues tendría que
apoyarlo con todo a pesar de que el chaparrito ex gobernador le haya hecho la
vida de cuadritos y hasta lo haya avergonzado públicamente con aquello de “no
das a cara”. O sea pues, si Ney tiene la habilidad política, que así lo creo,
de meterse a candidato, mi tocayo va a tener que llorar por la herida pues
tendrá que aguantarlo durante todo su sexenio. Le estaría disputando el mando,
ya que tiene a su gente en el control del poder judicial y en el congreso
local. Eso aparte de querer meter a su cómplice Narváez de diputado federal.
Pero mi tocayo no es “meneado”, sabe
de formas y sabe de tiempos. Por eso, es muy posible que, contra todo
pronóstico, aliente la participación de Ney y por “abajo del agua” opere para
que pierda y sea un rotundo fracaso. Con eso se lo quitaría de encima y para
siempre. Es más, hasta podría alentar que salieran las pruebas a flote del
criminal endeudamiento con documentos apócrifos y lo metan hasta la cárcel.
Seguramente que si eso no lo hace mi tocayo por ser del mismo partido, con toda
certeza lo hará la oposición, pues eso sería un trancazo “entre quijada y
oreja” al priismo nacional. Ney sería un mini Moreira por su escasa investidura
política, pero sería un monstruoso Moreira porque el endeudamiento, auque menor
en términos absolutos, es mucho mayor que el de Coahuila en términos relativos.
Meter a un ex gobernador, por corrupto, al bote, junto con Narváez y los
diputados y funcionarios implicados en ese escandaloso acto de corrupción, que
por cierto no los encuentra Iñiguez el del órgano superior de fiscalización,
sería una escandalera nacional que le bajaría muchos votos al PRI y aumentaría
las probabilidades en contra de Peña Nieto por la presidencia.
Pero esperar un conflicto entre
ellos se me antoja menos que imposible. Todas estas especulaciones solamente
son valederas en el caso de que los candidatos y políticos que deciden en el
PRI tengan decencia, calidad moral y un poco de vergüenza. Pero al ver a
quienes andan metidos y deciden, no los priistas de abajo, la verdad es que
ellos se acomodan rápido y dejan esos “prejuicios” morales por fuera. ¿Cómo
pedirle a Ney que sea Honesto? ¿O a Cota? Pedirle honestidad y decencia a Cota
o a Ney equivale a la misma decencia que le tiene un perro a una perra en brama. Por algo Toño
Echevarría los ha llamado el partido de los sinvergüenzas o el colega Severiano
los llama el partido de los tres colores y las mil mañas.
Por esas mismas razones, el
gobernador tendría que apoyar a Ney y tendría que aguantarse las ganas de
mantenerlo derrotado y muy por el contrario, se tiene que acomodar con él. Así,
será a la oposición a la que le toque sacar a flote todo el “mierderío” de los
gobiernos priistas. Sólo espero que los candidatos opositores no salgan chafas
y hagan una campaña “light” sin que salga a flote toda la pus. Esperemos que en
el PAN haya “gallos” de a de veras. Para el senado las posibilidades son para
Navarro Quintero quien seguramente dirá muchas verdades para conquistar el voto
popular. México necesita de estos legisladores y no corruptos y vaquetones. Para
Navarro, Ney está “cuichito”. robertogbernal@gmail.com
PD. ¿Y ahora como le
irá al judas Acosta Naranjo ahora que el peje es candidato presidencial? ¿Se
acuerdan como lo denostó? ¿Recuerdan cómo lo vendió y lo traicionó? La postura
“escondida” de López Obrador hacia este personaje va a ser de pronósticos
reservados. Nada pasará en todo este tiempo, sino hasta que se termine el
proceso electoral. Suponiendo que AMLO fuera presidente, Naranjo va a tener que
poner sus barbas a remojar. www.trincherauniversitaria.blogspot.com