25 octubre 2011

ROBERTO SANDOVAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS NAYARITAS


El gobernador Roberto Sandoval ha desplegado una intensa propaganda acerca de la unidad de los Nayaritas. Es un objetivo sano. Sin embargo, a pesar de que su mejor asesor es el pueblo y la gente, eso no lo sacará del apuro que significa el cómo construir la unidad. La gente por lo general sólo pide apoyos para resolver sus problemas, sólo estira la mano para pedir esos apoyos gubernamentales y la verdad, yo dudo mucho que la unidad del pueblo se logre bajo la perspectiva de una posición política dadivosa o caudillesca, basada en la figura protagónica de mi tocayo.
El gobernador debiera hacerle caso no solamente a la gente, sino a sus asesores y operadores políticos para que lo orienten en términos de construir la unidad, claro, si en realidad es así. Si lo real y verdadero es solamente una pose política demagógica y populachera entonces está bien, es normal que mi tocayo asuma posturas protagónicas y empiece a asumir una figura tipo Santa Claus, para andar regalando y dando apoyos a diestra y siniestra. Pero si el objetivo es sano, si el objetivo es verdadero, entonces las cosas deberían ser diferentes.
La unidad del pueblo no se construye con posturas caudillescas, mucho menos con posturas populacheras, así como tampoco se construye con darles posiciones en el gobierno a los grupos y cacicazgos políticos. No se construye la unidad con una simple foto en el centro del país donde todos se unen para traer dinero al estado. ¿Quién en su sano juicio se puede oponer a que todos los legisladores y políticos de diferente calado se unifiquen para traer dinero? Ni un borracho empedernido lo haría. El problema es en torno a qué hay que estar unidos.
La unidad de los Nayaritas tiene que hacerse sobre la base de construir un régimen democrático, un esquema gubernamental en donde la participación de los ciudadanos sea la característica fundamental del ejercicio del poder. Los Nayaritas estamos hartos del uso faccioso y perverso del poder, estamos hartos de que el gobierno sea usado por una camarilla que con bombo y platillo utiliza los mecanismos gubernamentales para controlar la opinión pública y manipular la percepción ciudadana, para saquear al estado y practicar la impunidad. No queremos la unidad del pueblo solamente en los periódicos.
Ya se lo he propuesto al gobernador. Debe decirles a sus operadores políticos que construyan una agenda para la construcción de acuerdos con todos los actores sociales, económicos y políticos de Nayarit, para que esos acuerdos se transformen en políticas públicas. Y si no lo quiere hacer, entonces que por lo menos haga realidad una ley de participación ciudadana que tiene años en la congeladora del congreso, para que ahí se incorporen las figuras que permiten la participación del pueblo en la toma de decisiones públicas.
De hecho, el país ya empieza a caminar por ese sendero con la reforma política. Dicha reforma es un ejemplo de la construcción de acuerdos. ¿Por qué no hacerlo en Nayarit? Claro está, se requiere hacer reformas no solamente en el ámbito jurídico y político, sino en todos los planos y temas de importancia fundamental para el estado. Así, el gobernador tomaría decisiones que no serían unipersonales o facciosas, sino decisiones de política pública basadas en el consenso y en el acuerdo. Hasta políticamente le serviría más, nadie cuestionaría su ejercicio del poder porque serían decisiones consensuadas.
Una forma muy “chafa” de construir la unidad es hacer acuerdos en lo oscurito. La unidad no se forja haciendo acuerdos con Martha Elena o con Acosta Naranjo para que ellos le propongan algunos de sus incondicionales para ser parte del gobierno. O hacer acuerdos con las mafias partidarias. De lo que se trata es de construir formas muy claras, transparentes y abiertas de la inclusión de los ciudadanos para la gestión en la solución de sus problemas, para el diálogo abierto y transparente con todos los actores, para la decisión y participación ciudadana en todos los temas, en fin, para un ejercicio del poder con la característica de ser democrático y no faccioso, perverso, autoritario y unipersonal, tal como lo ejerció Ney González. robertogbernal@gmail.com
PD. ¿Por qué no iniciar con “sacar de la congeladora” la ley de participación ciudadana que se planteó desde el gobierno de Toño Echevarría? Ya existe la reforma constitucional para echar a andar el referéndum y el plebiscito, falta la revocación de mandato, las candidaturas ciudadanas, la eliminación o reducción drástica de los plurinominales, la ciudadanización del órgano superior de fiscalización, en fin, hay muchas cosas que se pueden hacer para construir la unidad, no solamente haciendo acuerdos en lo oscurito con Martha Elena o Acosta Naranjo, o reduciendo la unidad a su difusión en los periódicos, o tomándose una foto para traer dinero al estado…… El “chuchinero” de los chuchos Naranjistas salió a flote. ¿Con qué autoridad moral el prd va a criticar al PRI si salió peor? www.trincherauniversitaria.blogspot.com

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CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?