Dicen los expertos en política, que cada proceso electoral es diferente. Y tienen razón, sobre todo si comparamos el actual proceso electoral con cualquier otro de la historia política de Nayarit, y casi del mundo. Está para dar risa, casi se antoja para alguna otra película estilo de la “Ley de Herodes” pero en su versión múltiple, no en la versión de la crítica solamente al partido tricolor. La especificidad del este proceso tiene la característica de ser un buen espectáculo para un buen programa de la Casa de la Risa. Lo vamos a demostrar.
Primero el árbitro, por andar de bocón, de boquiflojo, quedó, al igual que su cuñado Acosta Naranjo, como un rajón. ¡Renuncio si Acosta es candidato! Eran los gritos desgarradores de Sergio Zúñiga, el titular de la autoridad electoral. Ni renunció y sigue cobrando religiosamente sus quincenas. Acosta Naranjo rajándose a cada rato de los acuerdos. Muy su “rajada”. Este parecito de marras serían personajes estelares en la película mencionada. Serían una familia con suerte, al estilo de la novela de Televisa. Sobre todo Acosta, quien con el cinismo tan naturalito que lo caracteriza, sería la personificación de la incongruencia, pues le salen muy naturales sus declaraciones de hombre de izquierda, honesto, progresista, democrático y tolerante, posturas muy contrastantes con su práctica política de usar dinero público para promocionarse públicamente (corrupción), de agredir (intolerancia), de mentir y sobre todo de decir ¡si puedo! con la inseguridad sin que se le sonrojen sus abultados como regordetes cachetes por haber protegido delincuentes como Godoy Toscano.
Luego también nos reímos un poco cuando los candidatos nos dicen que combatirán la corrupción, pero ninguno pone en lo hechos ninguna denuncia. Hay desvíos en Salud, en la procuraduría, con el asunto de la Riviera Nayarit y nadie ha puesto una denuncia. Sólo declaraciones espectaculares para quedar bien con los votantes. Como dijera un amigo mío de por allá de Villa Hidalgo: De lengua hasta que nos matemos. En el mismo sentido están los candidatos de oposición que acusan a mi tocayo Roberto Sandoval de estar vinculado con los narcotraficantes. ¡No te escondas! Le dicen. Si están tan seguros de eso ¿Por qué no ponen una denuncia en lugar de andar usando la lengua solamente?
Y lo mismo sucede cuando nos dicen que van a terminar con la inseguridad pero no son capaces ni siquiera de poner una denuncia a algún ratero “robabrasieres” de Ley. Lo mismo sucede con la impunidad, nos dicen que combatirán la impunidad y luego entre sus huestes traen a los ladrones, a los acosadores sexuales y a toda una pléyade de fichitas. Ya nomás hace falta que nuestros opositores como el “pelón” Hernández Escobedo salga como candidato señalando que combatirá la corrupción y la impunidad. Hay algunos universitarios que son candidatos y que al interior de la Universidad son precisamente los autores de estas cosas. Por eso mejor da risa que ahora vengan y nos digan que son nuestros salvadores de esos problemas.
Otro de los elementos que bien pudieran integrar un buen capítulo de esa película, es la designación de los candidatos. Muchos aguerridos perredistas y rijosos izquierdistas, repentinamente se convirtieron en afilados panistas, azules a más no poder. Y al contrario también, azules que se volvieron amarillos y no precisamente por sufrir de hepatitis. Lo mismo tricolores que hicieron su vida dentro del PRI y, repentinamente se hicieron amarillos. Y no es que hable de mis amigos Pablo Montoya o Amado Rubio, sino que hay casos de estos por toda la geografía Nayarita. Y por el contrario, personajes que han tenido una trayectoria política muy definida en un partido y su lealtad fue compensada con la marginación para en su lugar poner en las candidaturas a los parientes, compadres, socios o amigos.
En medio del desmadre político que significa este proceso electoral, hay algunos vivillos que se aprovechan para lograr sus fines personales. Así, hay presidentes municipales que impusieron en las candidaturas a ayuntamientos a incondicionales con tal de protegerse y evitar que los esculquen y les saquen a flotes sus posibles triquiñuelas. No importa que sean malos candidatos, se trata de colgarse de la popularidad de mi candidata Martha Elena para lograr el triunfo e imponer a un incondicional que les cubra las espaldas. ¡Y no te escondas Layín!.
En fin, en este proceso electoral hay de todo, como en botica. Ya nomás hace faltan dos ingredientes para completar un buen cuadro de una jocosa película: Una encuesta hecha por Donaciano en la que salga con 52% de preferencia electoral y una certificación de la organización internacional dedicada a combatir la corrupción política, llamada Transparencia Internacional, que certifique que el gobierno de Ney es el más transparente de los gobiernos del país. Jeje, ya no hay moral. robertogbernal@gmail.com
PD. Todos los partidos políticos mostraron a la ciudadanía, lo que son. A ver si dentro de las propuestas de los candidatos se hacen algunas que terminen con este horrible mal que es la partidocracia, hace mucho daño a la vida política de los Nayaritas. ¡Hay que terminar con la partidocracia fortaleciendo los partidos y profundizando la democracia dando más poder a los ciudadanos! www.cainay.blogspot.com
