El día de ayer, Martha Elena tuvo a bien dirigirse a la opinión pública en donde mencionó mi nombre. De verdad es un honor que una candidata a la gubernatura me dedique un poco de su tiempo para ocuparlo en redactar unos pocos renglones destinados a este mortal ciudadano. En su comunicado, me desautoriza para hablar en su nombre acerca de sus posiciones y opiniones públicas. Solamente reconoce a su oficina de comunicación como la plenamente autorizada para decir su posición oficial con relación a los electores y a todos los actores políticos. Esa es la esencia de su postura. A ella me referiré en la presente columna para hacer unas aclaraciones pertinentes. Primero quiero agradecer públicamente a Martha Elena por aclararle a la opinión pública que yo no pertenezco a su equipo. Eso termina tajantemente con las agresiones de aquellos que me han querido denostar en el sentido de que mi perruna lealtad a ella se deriva de que me paga. Con esa postura de Martha Elena se confirma lo que siempre he dicho públicamente: NO PERTENEZCO A NINGÚN GRUPO NI PARTIDO POLÍTICO, NO TENGO ATADURAS IDEOLÓGICAS NI POLÍTICAS QUE ME ATEN A CONDUCIRME POR ÓRDENES DE ALGUIEN, SOY CIUDADANO LIBRE.
En función de ello, desde esta humilde tribuna, le aclaro a Martha Elena, que NO NECESITO NI NECESITARÉ NUNCA DE SU AUTORIZACIÓN para expresar mis opiniones públicas, sólo ejerzo mi sagrado derecho constitucional de la libertad de expresión, derecho que no solamente debe defender Martha Elena con declaraciones sino con su práctica política. Los ciudadanos estamos hartos, así como lo leen mis estimados lectores y Martha Elena, hartos de políticos que asumen actitudes de caciques o reyezuelos de rancho que pretenden ponerles bozal a quienes no se someten a sus caprichos. Si con esa “desautorización” Martha pretende instrumentar una ley mordaza en mi persona, desde aquí le digo a mi candidata que solamente ejerza ese privilegio con sus empleados, con su servidor no se podrá.
Entiendo y sé perfectamente que el mensaje publicado por la candidata a la gubernatura es resultado de la opinión que dio mi estimado amigo Simancas Robles acerca de la declinación de Naranjo. Eso no tiene nada de nuevo en el sentido de que siempre hemos sido claros para plantear que sólo con unidad entre Naranjo y Martha se le puede vencer al PRI. Resulta infantil pero muy infantil, pensar que por un periodicazo se haya terminado con la posibilidad de hacer que Acosta Naranjo se sumara a Martha Elena y menos de un periodicazo en donde mi amigo Simancas prácticamente pone de héroe a Naranjo si se sumara a su candidatura.
La imposibilidad de los acuerdos no se derivan de un periodicazo, sino de la miopía política, de la falta de oficio político y de la incapacidad intelectual que han tenido quienes han estado de responsables de la construcción de la alianza, ellos son los responsables de no haber construido un proyecto exitoso para ofrecérselos los ciudadanos. Si quiere Martha Elena buscar un culpable y responsabilizarlo del triunfo del PRI y de la consecuente derrota de las opciones de oposición, que lo busque en sus perversos asesores y su gente cercana que toma las decisiones y no en quienes publicamos un simple articulo en la prensa.
Por lo demás, también le digo a Martha Elena que el apoyo que yo le venía dando no es incondicional, yo aspiro a tener un gobernante que no asuma posiciones de soberbia y excluyentes, sectarias, llenas de deslealtad. Eso ya lo sufrimos con Antonio Echevarría y los ciudadanos ya no queremos que se cometan, entre otros, ese tipo de errores nuevamente. Desde aquí le digo a Martha Elena que, una vez que gane la gubernatura si es que lo logra, los ciudadanos le estaremos recordando que no queremos que haya “poderes tras el trono”, que el pueblo le dará, en su caso, la confianza exclusivamente a ella para conducir el gobierno y no a sus perversos asesores o a algún principito que se sienta hacendado decimonónico dueño de tierra y vidas. Le mando un saludo y le reitero mi agradecimiento por sus palabras y por darme una atención que no merezco. robertogbernal@gmail.com
PD. Jamás seré “gato” de nadie, soy hombre de convicciones firmes, pero sí puedo ser aliado con quien coincida con mis posturas políticas y mi forma de pensar. Tengo muchos años defendiendo lo que fue el gobierno de Toño Echevarría y la aspiración y luego candidatura de Martha Elena, sin pago alguno por supuesto. Y lo hice y hago con plena convicción de que ése era y es el camino No espero ni he esperado nunca que por lo menos me den las gracias como tampoco esperaba que me desautorizaran de algo que nunca me han autorizado NI NECESITO AUTORIZACIÓN. Pero si Martha Elena se aparta de los principios democráticos, populares, humanos y de los valores de la LEALTAD, entonces también seguiré combatiendo ese tipo de gobiernos. La perversidad, las traiciones y las mezquindades no deben ser parte de los gobiernos y menos si provienen de “charalillos” con aspiraciones gubernamentales. Si así se actúa con los “amigos” sin ser gobierno, ¿Cómo será siendo gobierno? www.cainay.blogspot.com