Un enojado amigo, me hizo la pregunta que lleva por nombre esta columna. Y es que la verdad es que la postura pública de nuestros amigos los alcaldes de oposición es un reflejo de una de dos cosas: o mucha desesperación o mucha desfachatez. No se cual de las dos cosas sea o si son las dos, pero lo que sí quiero afirmar es que nuestros compañeros alcaldes deben cuidar la forma de hacer política, queremos transformar a Nayarit y estamos haciendo cosas que ni los priistas se atreven a hacer, estamos peor que ellos.
Los ocho alcaldes están proponiendo a la comisión ejecutiva de la alianza PAN-PRD que se haga una consulta ciudadana para elegir al candidato a gobernador. Y lo dijeron públicamente en el desplegado publicado el día de ayer en toda una plana. Para empezar es importante decirles a nuestros alcaldes que no tienen por qué andar “metiendo su cuchara” en un proceso que está prohibido para ellos. Si exigimos respeto al estado de derecho, si exigimos respeto a la ley para acabar con tanta impunidad y corrupción, pues entonces los opositores debemos ser congruentes con esas posturas y no solamente hacer esas exigencias cuando nos conviene. Si exigimos que las autoridades no se metan en procesos electorales entonces con esa misma vara hay que medirse. Por eso, así como le exigí a Narváez, el del congreso que no se metiera en procesos electorales por respeto a la ley y a la investidura que representa, de la misma manera les digo a nuestros alcaldes que respeten la ley, que respeten el estado de derecho y que dejen de meterse en procesos que para ellos están vetados. En política la forma es fondo y no se puede andar pregonando que vamos a transformar a Nayarit y en contrapartida ser primitivos en nuestra conducta política. Nuestros alcaldes seguramente saben que hacen mal, no creo que sean ingenuos. Si esto es así, entonces ¿Cuáles son las razones que los motivaron a exhibirse con una postura política tan criticable? Desde luego que no se critica la consulta ciudadana como método de selección del candidato a gobernador, sino la postura pública de exhibirse como violadores de la ley al meterse a un proceso prohibido para ellos. ¿Con qué cara los aliancistas exigiríamos respeto a las leyes si somos los primeros en violarlas? Y bueno, ante una situación de esas lo que caben son algunas hipótesis que desde mi punto de vista tratan de explicar esa postura.
Yo creo que Acosta Naranjo les ha vendido muchos espejitos a los alcaldes. Desde luego que hubo un momento en que Acosta traía abierta la puerta del gobierno federal para su promoción política personal. Esto derivado desde luego de los acuerdos que hizo con Calderón, quien lo “infló” durante un tiempo para ver si con Acosta podía ganar otro estado en su intento por estar deteniendo al PRI en su camino a los pinos. Por ello, Acosta pudo dar muchos apoyos y dinero a alcaldes y a la gente. Es el uso típico del dinero del pueblo usado políticamente para ganar simpatías. Desde luego que la gente solo recibe lo que es de ellos, no es dinero de Acosta sino que son sus impuestos.
En ese contexto, las dirigencias nacionales de los partidos y el propio Acosta aceptaron la encuesta como método de selección del candidato. Y ese es el acuerdo. Y los alcaldes, entusiasmados porque Acosta conseguía lana, no se midieron en estarle dando apoyo político, organizándole los eventos para su promoción personal. Todo mundo creía que con todo ese poder, era fácil ganar la encuesta. Pero, la desgracia de Acosta fue que no contó con que la gente quiere a Martha Elena, no contó con el hecho de que Martha tiene un respaldo popular sólido y no artificiosamente ganado a partir de la dádiva y de tratar de comprar la conciencia de la gente con su propio dinero.
Y ahora que ya vieron que los números en las encuestas no les dan, no les alcanzan, no solamente trataron de meter el debate como mecanismo de decisión, ahora tratan de meter la consulta ciudadana. Al rato a ver si no se les ocurre alguna carrera de camellos. Ya son las últimas manifestaciones de una aspiración que no encontró cauce en los electores, es la caída de un aspirante que con todo el apoyo federal y municipal que le dieron no repuntó, no penetró en el electorado. Desde luego que sigo con mi postura, la que siempre he dicho: Acosta no debe ser el candidato de la alianza, pero es un factor importante en ella. Por eso se requiere la unidad, pero no con Acosta como candidato porque ello representa construir la derrota anticipada. Ya debemos convencernos de que un año de campaña anticipada de Acosta con todo el apoyo federal y local y de su partido a nivel local y nacional no le sirvió para penetrar en la gente. robertogbernal@gmail.com
PD. Sin duda, seguramente que la exhibición de nuestros alcaldes como violadores de la ley es el costo que asumieron para tratar de pagarle el favor a Acosta por haberlos apoyado. Es loable, pero ya se lo habían pagado con armarle varios eventos públicos para su promoción política….. Si Acosta Naranjo la ve bien, le conviene no ser candidato ahorita. Siempre se lo he dicho, que genere su estructura de poder local, se vaya a las grandes ligas de la política y hasta tendrá más poder que Martha siendo gobernadora. Se legitima socialmente si ya le levanta la mano a Martha. Pero dicen que trae muchos “soplanucas” que le enturbian su visión política. ¡Disfruten su fin de semana! www.cainay.blogspot.com
