
Y la verdad me quedé preocupado. La preocupación era, en primer lugar, por ser testigo presencial del gran despliegue de respaldo popular hacia Roberto. No en balde sale siempre alto en las encuestas. Algunos dirán que muchos iban a “güevo”, otros más dirán que muchos de ahí apoyan a mi precandidata Martha Elena, otros más señalarán que muchos venían de paseo, no hará falta quienes digan que un buen acarreo se hace con dinero, y en fin, habrá muchas opiniones de quienes de alguna manera no está en apoyo a Roberto Sandoval. Hasta este escribano de la trinchera, quien estaba acompañado del médico Mejorada y el ex magistrado presidente del tribual superior de justicia, Gómez Arias, les dijo en tono de broma: “pues como yo soy muy democrático me voy con las mayorías” jeje. Pero en fin, lo cierto, sea como fuere, era que las personas de carne y hueso iban marchando en apoyo a Sandoval.
Pero mi preocupación no era tanto por el gran despliegue de respaldo popular que ahí era evidente, sino porque los seguidores de los dos principales aspirantes a la candidatura a gobernador de parte de la alianza PAN-PRD, seguimos en la tónica triunfalista del debate y autonombrar a nuestro precandidato preferido como el de mayor respaldo popular. Lo cierto es que divididos sólo seremos objeto de una derrota. Hasta yo estaba pensando en seguir la línea de crítica hacia Acosta Naranjo dado que aún no se termina la definición del candidato aliancista, pero he cambiado de parecer y es mejor impulsar que las cosas ya se definan.
A los seguidores de Acosta, de Martha Elena y de Jorge González, les digo que dejemos de lado las acusaciones mutuas, dejemos atrás las recriminaciones, las actitudes triunfalistas, los excesos verbales y toda la serie de acciones que se emprenden con el fin de tratar de que el precandidato de nuestra preferencia gane la candidatura aliancista. Lo mejor es exigir cada quien a su precandidato, que de una buena vez se definan las cosas, que de una buena vez ya se dejen de prolongar la agonía de la indefinición. De nada sirve un nuevo debate que solamente generará es que los ánimos se vuelvan a calentar. Lo mejor es la inmediata definición y en seguida consolidar el proyecto.
De mi parte estoy dispuesto a dejar de lado la crítica a Acosta Naranjo y yo esperaría que los demás hagan la misma cosa. De hecho así lo voy a hacer aunque en lo personal sea pasto de la crítica. Pero también les exijo a los precandidatos que sean responsables con nosotros los ciudadanos para que por sus intereses personales y de grupo, no echen a perder este proyecto que es la esperanza de los Nayaritas o que sigan deteriorándolo sobre la base de no ponerse de acuerdo o sobre la base de retardar las decisiones de definición. Si no hay declinaciones de dos de los precandidatos hacia uno sólo, independientemente si es mi preferida Martha Elena o no la favorecida, lo que queda es el mecanismo de la encuesta. Es necesario que la encuesta se haga ya, en los siguientes días y no esperar hasta mediados de abril para hacerla. Mucho tiempo recriminé que era irresponsable llevarse el proceso de definición hasta abril. Ahora ya lo estamos viendo. Mientras Roberto Sandoval se presenta como un fuertísimo aspirante ante los ojos de todo mundo, en la alianza seguimos como “perros y gatos”, divididos y con posiciones aparentemente irreconciliables. Tal parece que no queremos unidad.
Mientras son peras o son manzanas, el adversario ya hizo su aparición, no se presentó sobre la base de algunos periodicazos, tampoco lo hizo sobre la base de mostrar encuestas. Lo hizo con gente de carne y hueso, con Nayaritas que gustosamente iban tocando la tambora, bailando o gritando. Y vaya que me eché toda la marcha para ver todas las caras, vi las de muchos amigos que yo pensé estaban del lado de la alianza PAN-PRD. Pues no, van con Roberto Sandoval. Y en la alianza ¿Le seguimos abonando al pleito? ¿o no? Espero haya respuestas y posturas inteligentes y no recriminaciones o acusaciones mutuas. robertogbernal@gmail.com
PD. Lo bueno es que tengo muy claro que plazas llenas, marchas y mítines fuertes, no son sinónimo de votos en las urnas. La moneda está en el aire. www.cainay.blogspot.com