30 abril 2010

NO SE HAGAN BOLAS, EL STUAN NO TIENE ENEMIGOS EN LA UNIVERSIDAD

Existe toda una estrategia de satanización generada por el corruptazo “Pelón” Hernández Escobedo sobre el Sindicato de Trabajadores de la UAN, el STUAN, sobre todo derivada de la política de denuncia social acompañada de lucha jurídica en los tribunales correspondientes, que ha realizado su dirigente, Margarita Morán, cuando no se cumple el derecho a los trabajadores académicos o administrativos, cuando se les pretende golpear desapareciendo en los hechos la pensión del seguro social o cuando se pretende ocultar la quiebra financiera del fondo de pensiones.

Pero como el citado “Pelón” Hernández Escobedo se dedica precisamente a esquilmar, a violentar el contrato colectivo, a pisotear los derechos de los trabajadores, no soporta que haya una dirigente que defienda con mucha tenacidad, haciendo uso de los derechos y libertades constitucionales, a los trabajadores académicos y administrativos. El multicitado “Pelón” sufre de colitis aguda cuando ve que la dirigente Margarita Morán, no se arruga ante sus amenazas, ante sus gritos y a veces lloriqueos de plañidera mal parida.

El STUAN y su dirigente Margarita Morán, no tienen enemigos en la Universidad. Si el dirigente del SETUAN fuera otro y no el multicitado “Pelón”, la postura sería la misma. En el STUAN se lucha por defender el derecho, por defender el espacio laboral de los trabajadores, que es la Universidad. Los enemigos de la Universidad son aquellos que a partir del saqueo desmedido la tienen postrada, hincada, son aquellos quienes practican la simulación académica, son aquellos que asaltan la distribución de los recursos a partir de clientelismo político, o son aquellos que se “agandallan” las becas al desempeño incluso sin ser académicos, o son aquellos que reparten plazas docentes y administrativas sin ningún criterio más que el político, o son aquellos que esconden la realidad del fondo de pensiones, o son aquellos que le regatean el derecho a los trabajadores y lo pisotean pero a sus amigos les otorgan privilegios, en fin, son aquellos que han estado medrando por años a la Universidad. Y son como el gobernador cuando toca el tema de la inseguridad. Le echa la culpa de la inseguridad a todo mundo y él, que es el primer responsable según la constitución, queda exonerado, se auto limpia de culpas y responsabilidades.

No se hagan bolas. En el STUAN considera como hermanos a los mortales trabajadores, tanto académicos como administrativos, ya que todos sufren precisamente de los atropellos. A la inmensa mayoría se les paga con un tabulador salarial rasurado, todos sufren del bajo nivel de satisfacción de los servicios médicos, la inmensa mayoría sufre por estar “descobijado” de los beneficios de los programas federales de apoyos, la inmensa mayoría sufre del regateo cuando se trata de lograr su jubilación, todos sufren de lo mismo cuando en las prestaciones se les paga con el concepto cero uno y no con salario integrado en fin, al inmensa mayoría sufre de esa política de pisoteo de los derechos. Por eso el STUAN no es un sindicato que es enemigo de los trabajadores ni de la Universidad que es el espacio de trabajo de ellos. No. Se lucha por defender el derecho y la dignidad de todos, por tanto, la lucha es contra aquellos que realizan esas prácticas. Pero pongámosle nombre al niño. ¿Quiénes son ellos? Pues las mafias universitarias, los líderes que pretenden continuar con tener de negocio propio a nuestra Alma Mater. ¿Y quienes son esos? Precisamente uno de ellos es el “pelón” Hernández Escobedo, quien ya tiene más de treinta y cuatro años al frente del sindicato y no tiene la más mínima intención de jubilarse. El otro desde luego es el líder del SPAUAN, nuestro amigo “pillo” quien sin ninguna dificultad, por ser parte de esas mafias, se reelegirá.

Una vez que se ponen de acuerdo entre las mafias, los procesos como este de cambio de la rectoría, ante la opinión pública lo presenten como un proceso aterciopelado, limpio, transparente, democrático. Y dicen y se vanaglorian en el sentido de presentar ello como estabilidad universitaria. Todo eso yo lo llamo red de corrupción, cuya estructura de poder se basa en el control de los sectores, y para eso usan el presupuesto, para imponer dirigentes afines a ellos, para poner directores afines a ellos, para poner consejeros afines a ellos o si no son afines, son de esos trabajadores y maestros timoratos o esos que quieren entrar a la pandilla universitaria. El STUAN significa una pequeña fractura en ese esquema de poder, que amenaza con ser más grande en la medida en que el STUAN es el único espacio de defensa del derecho de los trabajadores académicos y administrativos. Pero no tiene enemigos, sólo lucha por la defensa de lo que les pertenece. Si en esa lucha se atraviesan los mafiosos universitarios, entonces contra ellos se lucha, sea quien sea.

¿Y como hacen todo ello? Por ejemplo, ahorita hay cambio de dirigente sindical. Si hubiera un candidato que amenazara que al SPAUAN llegara alguien que no sea cómplice, entonces a maquinaria opera: Primero, ¿Saben quien les entrega el padrón de los que votarán? ¡La rectoría! En lugar de ser la Junta local o el propio padrón en manos del SPAUAN, pues no, es la rectoría. Eso posibilita que si el candidato oficial no “levanta” o va perdiendo, de un plumazo meten a la nómina a 200 gentes de contrato y los incorporan al padrón con la consigna de votar a favor del oficial. Para ello cuentan con una comisión electoral adecuada para esos fines y que es la misma que hace los procesos electorales desde hace muchos años. Luego le echan toda la maquinaria encima para apoyar con todo al candidato oficial: dan promociones, nuevos ingresos, becas, reparten posiciones en la administración y eso sin contar las francachelas, borracheras y dádivas que se le hacen a los académicos. ¿De donde surge el dinero para financiar todo eso? Pues de pagarles a los profesores y trabajadores con un salario 33% inferior al que tienen autorizado por la SEP, pero eso no importa porque el dirigente que pongan firmará un contrato laboral que avale eso. En el SETUAN, este proceso es peor, más monstruoso, más aberrante, porque ahí no solamente se da lo mismo, sino que además hay necesidad de mantener el “liderazgo” del “pelón” por sus presuntos nexos con el crimen organizado. Y todo eso, ellos lo llaman, estabilidad universitaria, democracia, transparencia. Como la narco paz en Nayarit. Yo lo sigo llamando corrupción e impunidad. Por eso, cuando Margarita Morán, con el aval de la valiente trabajadora, denuncia al director de ingeniería pesquera, por acosarla sexualmente y reprimirla laboralmente, por no ceder a sus bajas pasiones, las mafias se reúnen congregadas como autoridad máxima en el consejo general universitario y, se da lo insólito, se exonera a este presunto delincuente y se sataniza a la trabajadora. Esa es la corrupción e impunidad. ¿Más ejemplos? Ahí está el caso de Silva Gámez, del que ya he escrito mucho. Sin embargo, a pesar de todo eso, el STUAN no tiene enemigos, sólo defiende el derecho. robertogbernal@gmail.com

PD. Espero que el nuevo rector haga cambios fuertes. El STUAN no es su enemigo. ¡Felíz día del niño! www.cainay.blogspot.com

OTRA DENUNCIA CON NAVARRO ¿Y?

CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?