Hay periodistas y columnistas que se
parecen a los perros y los más aventajados a las perras de catorce chichis, muy
bravas. En Tepic, ya empezamos nuevamente a ver esa similitud. A Polo y su
equipo, aún no se sientan en la silla y los perros y perras de catorce chichis dedicados
al periodismo, ya le empiezan a ladrar. Eso se puede entender de dos maneras.
1) Porque le están ladrando a la “gorda”, o sea, quieren su “chayote” o 2)
Porque su amo les ordenó empezar a ladrar.
Se
dice que las perras tienen el celo cada 6 meses. No es del todo cierto, ya que
en muchas ocasiones la frecuencia dependerá de la raza. Por ejemplo los
Pastores Alemanes lo tienen efectivamente cada 180 días, pero los caniches lo
tienen cada 250. En Nayarit las perras de catorce chichis dedicadas al
periodismo tienen su celo cada tres años, o sea cada vez que hay elecciones,
aunque, como se dice arriba, no es del todo cierto, porque hay elecciones
federales y también les entra el celo por el chayote o porque su amo les dice
que le ladren a tal o cual candidato, pero hay perros que les entra el celo
casi todos los días de la semana de todo el año.
El
periodo en que una perra es receptiva, conocido técnicamente como estro, dura en
promedio 9 días con un intervalo de 3 a 21 días. Lo recomendable por tanto es
que presenten a la perra al macho con el que se quiere cruzar a los 8 o 9 días
de que haya empezado a sangrar y en los días posteriores. El perro intentará
montarla, pero ella sólo será receptiva o lo aceptará cuando su organismo esté
preparado para ello. Así están ahorita las perras de catorce chichis de Tepic
dedicadas al periodismo, están en celo y es el tiempo en que quieren que los
monte su macho. El problema para Polo es que hay un montón de perras de catorce
chichis (hembras y machos) en celo al mismo tiempo, a ver si escoge a las más
finas.
Y
es que los perros y perras de catorche chichis que ya empiezan a criticar a
Polo sin que aún se haya sentado en la silla del ayuntamiento, refleja que son
buenos para su oficio. Si el amo del perro que le ladra a Polo es un ingeniero,
y le dice a su perra llamada raíz cuadrada que le muestre su talento, seguramente
esa perra casi es seguro que va a un pizarrón y dibuja un circulo, un cuadrado
y un triángulo; Si el amo del perro es un contador y este le dice a su perro
llamado balance general que enseñe lo que puedes hacer, casi es seguro que el
perro va hasta la cocina, y vuelve con una docena de galletas, y las apila en 3
montones iguales de 4 galletas; Si el amo del perro es un químico y este le dice a su perro llamado Termómetro
que muestre su talento el perro abre el refri, agarra un litro de leche, va al
armario a conseguir un vaso de 10 cl. y vierte exactamente 8 cl. en el vaso sin
derramar una gota; Si el dueño del perro es un informático y este le dice a su perro llamado
Disco Duro que muestre su talento, entonces es casi seguro que el perro se
instala delante de la computadora, la enciende, inicia el programa antivirus,
envía un mail e instala un nuevo juego.
Pero
todos esos perros finos dedicados al periodismo que hacen bien su trabajo por
quedar bien con su amo o por lograr un “chayote” y que ahora ya les entro el
celo por Polo y su equipo para que los monten como los machos a las perras en
celo, se pueden quedar como el perro de las dos tortas, sin ninguna, si Polo
llega a contratar los servicios de un perro al que le puede llamar Memo y que,
a diferencia del talento de los perros descritos arriba, el perro Memo se
levanta, no solamente hace un cuadrado, un circulo y un triángulo en el
pizarrón sino que también hace un crucigrama, se come las galletas, se bebe la
leche, juega un solitario en la computadora, se monta a la perra del ingeniero
y simula haberse lesionado la espalda en el ajetreo sexual, por lo que llena un
formulario de accidente laboral y se va de vacaciones seis meses. Es cabrón ese perro llamado Memo,
por lo que creo que no se lo van a poder rentar a Polo para sus servicios, sino
que seguirá haciendo lo que su amo le ordene.
Quiero
aclarar a mis colegas de los medios que no todos están medidos con el mismo
rasero; hay periodistas, columnistas y reporteros que hacen bien su trabajo y,
ante la inexistencia de una clara regulación de su trabajo, tienen que luchar
por sobrevivir y por eso muchas veces se doblegan ante el poder aunque no lo
quisieran ni desearan. Pero hay otros que en realidad son simples mercenarios
de la pluma quienes en su inmoralidad denostan el auténtico trabajo
periodístico.
El
periodismo libre es la columna vertebral de la democracia, pero el periodismo
sometido es el sostén de la tiranía. El periodismo en Nayarit está enfermo
porque hay demasiados profesionales que han renunciado a la independencia, que
no propagan la verdad, sino la verdad del poder, que es muy distinta, y que se
han sometido a cambio de dinero, privilegios o, lo que es todavía peor, en
espera de ser recompensados por los poderosos. Aquellos periodistas que aportan
luz, información independiente y verdad, son los guardianes de la democracia,
pero los que se han sometido son "los perros del poder". O como
algunos los llaman son los PPP: Perros Periodistas Pagados. ¿Tendrá Polo de estos?
robertogbernal@gmail.com
PD. Aclaro, no defiendo a Polo ni a
sus futuros funcionarios que ni siquiera sé quiénes son, pero que no la
chinguen esos “perros del poder”, por lo menos dejen que se sienten en la silla
del ayuntamiento y ya luego los critican por razones de “chayote” o por
instrucciones de sus amos. Tampoco me refiero a ningún periodista o columnista
en lo personal, ni a ese perro llamado Memo. Todos tienen mis respetos. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx