La reforma Toñista a la ley orgánica de la UAN, nomás dejó medias aturdidas a las mafias universitarias. Les dejó al frente de la institución y, los dejó siendo parte del Consejo General Universitario. El golpe a las mafias no fue mortal, nomás los dejó aturdidos, medio apendejados.
Seguramente se van a reponer del golpe. Por lo pronto, toda la legislación interna que tienen que modificar, les puede dar mucho margen de maniobra para no perder control. Ese proceso será conducido por ellos y, con toda certeza, se van a acomodar las reglas para maniobrar en lo que le resta del periodo al gobernador. Menos de dos años. En ese tiempo, se la van a llevar tranquilo mientras hacen ajustes internos para justificar ante AMLO que si están haciendo las cosas como se les pidió. Si no es asi no hay dinero. Pero, seguirán en el control de la institución.
Llegado el momento, estarán atentos para ver si a través de Castellón Fonseca, o de su otro socio político, mi siempre “agradecido y leal” amigo Polito Domínguez, fortalecen su control institucional. No les veo otro aspirante a candidato para la gubernatura que se identifique con ellos. A menos que sea nuestro amigo Navarro Quintero que anda construyendo consensos de todo tipo en su carrera hacia la titularidad del poder ejecutivo.
Lo que el gobernador hizo al impulsar esa reforma, debe reconocerse sin duda alguna. Los cambios a la ley no podían provenir de las mafias internas porque ellos no están interesados en reformarla. Así están a gusto porque como estaban tenían el control absoluto de la institución. Sólo el pueblo, representado en los poderes, podía rescatar la UAN de las garras de las mafias. Sólo que las garras del gobernador y del congreso no fueron tan filosas como se esperaba pues ese cambio es mas decorativo y demagógico como para que sea un proceso de refundación de la UAN. No se puede hablar de refundación dejando a los corruptos al frente de la institución. No se puede hablar de refundación de la UAN cuando el modelo académico queda intacto, pues lo “novedoso” fueron los consejos académicos, el colegio de elecciones universitario, sus redes empresariales y lo mas avanzado fue las reglas para la elección de rector. En el terreno administrativo pusieron reglas para tratar de sanear la nómina, reglas que seguramente serán letra muerta.
Al final de cuentas, lo verdaderamente importante no se combatió. Los corruptos siguen al frente y, aunque les hayan medio amarrado las manos, ellos son los que siguen teniendo el sartén por el mango y, conociéndolos, con toda certeza se van a pasar la nueva ley por el arco del triunfo. A diario nos muestran eso. No han pagado aguinaldos y eso es una muestra de que la ley no importa. No pagar aguinaldos es un delito que no se sanciona. Y lo mismo sucede con todas las demás violaciones a la ley orgánica de la UAN que siempre han hecho y hasta las violaciones a los contratos colectivos que de nada sirven mas que para violarlos. Se han zurrado en la ley cuando se les pega la gana. ¡Hasta a Juan López Salazar lo pusieron sin que cumpliera los requisitos legales para ser rector! ¿O no se acuerdan que cuando el congreso del estado iba a nombrar al titular del órgano interno de control, las mafias protestaron para que reformaran la ley en el sentido que ellos dijeron, o sea que fuera su consejo el que nombrara al que iba a combatir la corrupción? La ley se reformó en lo oscurito y no dijeron nada porque era una reforma a modo.
Mientras no haya un verdadero combate a la corrupción, en la UAN habrá leyes y decretos que serán palabras huecas que no tendrán nada de vigencia en la práctica. Solo AMLO puede hacer que las cosas se hagan en realidad. Mientras estén la dupla dinástica, Toño y Polo, al frente de los poderes, no pueden hacer nada, pero, en cuanto salgan, seguramente impulsarán la derogación de esa reforma y, al interior de la UAN, iniciarán sus consabidos consensos para impulsar una nueva ley a modo.
Por lo pronto, a Toño junior le quedó chica la refundación, es una refundación mocha, corta. Lo que si hay que reconocerle es su intención de moverles el tapete a las mafias, aunque sea poquito. De los universitarios mortales no se puede esperar mucho. Los pocos que hemos intentado cambiar las cosas al interior de la UAN, no hemos podido avanzar porque esas mafias usan el presupuesto universitario con criterios políticos y han construido, usando el presupuesto, sus mayorías para legitimar cualquiera de sus decisiones que se toman cupularmente. Contra eso no se puede. De hecho, desde 1988 supimos que la única manera de cambiar era conquistando el poder público, lo cual hicimos, pero cuando quisimos cambiar, fue Toño el gobernador de la esperanza, el padre del actual gobernador, quien nos paró.
De hecho, uno de los cambios fundamentales que impulsó el actual gobernador, el de la elección de rector, ni siquiera se aplicará pues Toño sale un año antes del cambio del nuevo rector. Seguro en cuanto Toño salga del gobierno, habrá otra reforma que a las mafias les garantice el control. Y mas en el remoto caso de llegar a colar al gobierno a Castellón Fonseca o a su socio mi “agradecido y leal” amigo Polito Domínguez. Los anhelos de mas democracia quedarán hechos pedazos ante la verdadera intención de las mafias universitarias de no dejar el control de la institución en ninguna circunstancia. Toda la futurología aquí desparramada son resultado de la asesoría de la vidente Madam Zasú.
PD. Ya démosle vuelta a la página de la reforma a la ley orgánica y mejor exijamos que nos paguen lo que nos deben. Eso es más terrenal.