Como ya es de su
conocimiento, el presidente AMLO ha impulsado el proyecto de la creación de la
Guardia Nacional. Para hacer las adecuaciones legales conducentes, se requería
que la mayoría de los congresos de los estados del país la aprobaran. Ya lo
aprobaron la mayoría. Pero, da la casualidad de que el congreso del Estado de
Nayarit, no la aprobó. ¿Cómo interpretar ese hecho?
Lo primero que seguramente algunos
pensarán es que el gobernador no tiene vela en ese entierro y que es un asunto
que compete al Congreso del estado. Que en Nayarit hay división de poderes y
que el gobernador respeta esa división. Por lo tanto, la decisión de apoyar al
presidente es del congreso y no del poder ejecutivo en manos del gobernador
Echevarría.
Dicho discurso es certero. De hecho,
es el discurso que se debe aprender el gobernador para decirlo ante la prensa.
El problema es que, habemos muchos mal pensados y pendejos que, a estas alturas,
es lo mismo que nos digan ese discurso y que también Santa Claus y los Reyes
Magos nos traen regalos. Cuando el gobernador quiere sacar alguna iniciativa o
algún acuerdo del congreso, sólo es cuestión de que le hable a mi siempre “agradecido
y leal” amigo Polito Domínguez o a cualquiera de sus caporales en el congreso
para operar políticamente las cosas y sacar el acuerdo respectivo. ¿O cómo
creen que salió el fiscal “carnal” aprobado por el congreso?
Eso lo aprendí en carne y hueso
cuando fui parte del gobierno del “Tigre Toño”. Eran los tiempos del presidente
Fox. En ese tiempo, Liberato le hacia unas “marchononas” a Toño que obligaban a
pensar que había pleito. Pero recuerdo que Fox le llamó al gobernador para
sacar la aprobación de una ley indígena que al igual, que esta, requería de
aprobarse por la mayoría de los congresos. Toño le dijo al entonces presidente:
Cuente con ello señor. De inmediato, colgó el teléfono, tomó el otro y marcó: “Mi
Liber, necesito sacar la aprobación para la ley indígena, luego te la pago” Y
colgó. Por supuesto, el congreso aprobó lo que el presidente de la nación quería.
Con esas evidencias ¿ustedes creen que me chupo el dedo como para pensar que no
hay acuerdos políticos para sacar adelante iniciativas que le interesen al
gobernador?
Por eso es muy probable pensar que
hay una traición del gobernador Echevarría, cuando se da la no aprobación de
parte del Congreso para sacar adelante el tema de la guardia nacional. Si el
gobernador sabe que es un interés muy marcado de parte del presidente crear la
guardia nacional, ¿por qué en Nayarit no se operó para sacar adelante la
aprobación respectiva?
De
mi “agradecido y leal amigo” Polito Domínguez no me sorprende que se oponga a las
decisiones del presidente. No es de su corral, batea por otro lado. Lo mismo
que los perredistas que siguen de “opositores” al presidente. Lo que me
sorprende es de la posición del gobernador que por un lado dice que su jefe político
es AMLO y luego, emulando a las “vaqueritas de Dallas” hasta le echa porras en
los mítines bajo la perorata “Es un honor estar con Obrador”. Luego entonces, después
de tanta lisonjeria hacia AMLO, ¿por qué en los hechos no saca los acuerdos que
el presidente requiere? Huele a traición. Huele a hipocresía política.
Al
momento de escribir estas líneas ya hay mayoría de Congresos de los Estados en
el país para sacar adelante ese proyecto presidencial. Si ya se sabia que el
presidente iba a sacar mayoría porque en el país la mayoría de los congresos
son proclives al presidente ¿para qué “balconearse” como antagonistas de AMLO?
¿No es más beneficioso para los Nayaritas que le demostremos en los hechos a
AMLO que Nayarit está con él y asi que haya mas posibilidad de que nos
canalicen mas recursos públicos? Ojo, no estoy hablando de una posición servil
y abyecta del jefe de las instituciones Nayaritas hacia el presidente, hablo de
ser congruentes entre lo que se dice y lo que se hace. Por un lado, el gobernador
dice que AMLO es su jefe político, pero por otro lado le da las contras. O por
lo menos no le ayuda a sacar adelante los proyectos nacionales.
Si
se le cobra este tipo de facturas políticas al gobernador, seguramente se
limpiará con el secretario general de gobierno. ¿Por qué con él? Porque simple
y sencillamente, el secretario general del gobierno es su operador político y, en
consecuencia, era el responsable de cabildear con el Congreso para sacara adelante
el acuerdo. No lo hizo. Bajo esa perspectiva pudiera ser posible la salida de
Serrano de dicha secretaría. Pero mientras son peras o manzanas, la no aprobación
de la guardia nacional, aparece como una traición del gobernador a AMLO.
PD.
Resulta que, hasta ahora, después de tantos años de falta de transparencia,
corrupción y saqueo del fondo de pensiones de la UAN, que ya no existe, salen a
flote los reformadores del fondo. Hay mucho lodo ahí. Desde aquí le digo a todos
los encargados de combatir la corrupción en Nayarit, que investiguen donde quedaron
los 460.5 millones de pesos que la federación transfirió a la UAN para el fondo
de pensiones.