Es la última
trinchera de la semana. Decidí no escribir más hasta saber los resultados de la
elección. Y, al igual que muchos ciudadanos, me parece que estos días que
faltan para el día de la jornada, se nos harán lentos. Pero no hay plazo que no
se cumpla. Llegó la hora.
Sin duda alguna, de aquí al día de
la jornada, veremos arreciar algunas prácticas de control de la elección. El
mismo día de la jornada será de la misma manera. En un medio político tan
prostituid
o como el que hay en todo el país, ese tipo de prácticas de control
de los votos, son muy “normales”. No es posible esperar que haya elecciones
limpias en medio del lodazal político. Pero eso es lo que tenemos y en medio de
ese ambiente, como ciudadanos hay que escoger de los candidatos que tenemos.
Y a mis cinco lectores les digo que
lo hagan de manera libre y sin presión. Aunque les den dinero, despensas o usen
cualquier otro medio para comprarles la conciencia, les digo que lo hagan de
manera libre y sin presión. Hay poco mas o menos de quince segundos en que se
quedan solos frente a la boleta electoral y ahí, precisamente ahí, en esos
quince segundos, no hay dinero, despensa, láminas de cartón o presión de alguna
naturaleza para obligarlos a votar en tal o cual sentido. Es ahí, en esos
quince segundos donde estarán escribiendo la nueva etapa de la historia de México.
Desde 1983 en México, se adoptó el
neoliberalismo o nuevo liberalismo, donde el mercado es el eje que explica la
adopción de medidas de política gubernamental. Se trata de sacar al Estado de
la economía y eso es sinónimo de privatizar todo y de retirar apoyos sociales.
En el frente externo implica apertura total, tal como inició primero con la
incorporación de México al GATT y posteriormente con la firma del Tratado de
Libre Comercio en 1994 donde Salinas de Gortari abrió la economía de par en par
poniendo en desventaja competitiva a muchos empresarios y a productores agrícolas.
Ese modelo que inicio con Miguel de la Madrid, lo siguieron todos los
presidentes priistas posteriores, incluyendo a Fox y Calderón como presidentes
panistas. Hoy es la misma historia: El PRI y el PAN con sus partidos satélites,
pretenden seguir con el mismo modelo que ha hundido a la inmensa mayoría en una
situación de pobreza criminal y en la entrega de los recursos nacionales a los
privados, nacionales y extranjeros, lo cual se ha venido acrecentando con las
reformas estructurales Peñanietistas que firmaron en contubernio con los demás partidos
que avalaron el Pacto por México. La desigualdad social, territorial y de
ingreso es a estas alturas terrible. Ha sido un modelo criminal con los
mexicanos, concentrador de la riqueza y generador de pobres.
La elección que hoy tenemos enfrente
es para decidir si sigues con eso o no. Por eso, para ustedes mis cinco
lectores, la decisión es histórica. Para los de siempre es barato gastar mil, dos
o tres mil millones de pesos en comprarlos. Rápido los recuperan. Pero para los
ciudadanos mortales la elección debe ser una revolución, una revolución que
modifique la política gubernamental para que se ponga en el centro de su
ejercicio el interés masivo de los ciudadanos y no los intereses de los voraces
que se han apropiado de la riqueza nacional y de esos políticos que usan el
gobierno para luego ser empresarios, de esos que trafican con el poder para
hacer negocios. Por eso esos quince segundos son importantísimos en la vida
nacional.
Generar pobres para luego comprarlos
en una elección ha sido el negocio de esos políticos perversos. Pero hoy,
nuestro país ya no puede ni debe seguir en la misma ruta. Y la única esperanza
que tenemos es MORENA, no hay más. Y no lo digo porque MORENA sea un ejemplo de
pulcritud política, no, para nada. Ahí también hay tramposos, rateros e
inmorales, pero lo importante es que, como ciudadanos podemos decidir a cuál
ciudadano le vamos a dar el poder ejecutivo de la nación. Y de Anaya, Meade o
AMLO, sin duda alguna debe ser a AMLO. Y no porque éste sea un santo, para
nada, es simplemente que es lo único que tenemos, no hay mas, para medio poder
modificar la ruta que desde 1983 hemos seguido.
Como ciudadanos tenemos la decisión
de escoger a nuestros mejores hombres y mujeres. En la presidencia, sin suda
alguna es AMLO. En la senaduría no queda de otra mas que escoger entre Navarro
y Naranjo. Y en la diputación cada uno de nosotros debemos ver cual ciudadano
es, si no el mejor, por lo menos el menos malo. Ellos, los políticos nos piden
votar parejo porque nos imponen a la sociedad sus candidatos, pero nosotros
como ciudadanos, sabiendo que en todos lados se “cuecen habas”, en esos quince
segundos debemos valorar a nuestros mejores hombres y mujeres para que conduzcan
los destinos de nuestro pueblo. Son quince segundos con los que se escribirá la
nueva historia de México. Vota libre y sin presión, llegó la hora.
PD. Y al gobierno
estatal también le llegó la hora. No ha combatido la corrupción y, por lo
tanto, Toño Echevarría García después del primero de junio, se convertirá en cómplice
de los corruptos. NO quisimos enjuiciar tempraneramente al nuevo gobierno encabezado
por Echevarría, pero ahora ya los hechos hablan: el gobernador Echevarría es cómplice
de corruptos…a menos que nos tape la boca con hechos.
