Anda circulando el rumor de que
el ex fiscal Edgar Veytia sale absuelto este próximo viernes, o sea mañana y regresa a Nayarit.
Dicen que, al no encontrársele culpable con pruebas suficientes, entonces regresa
limpio. De hecho, ha habido algunos profesionales del derecho que han dicho categóricamente
y con justa razón, que es inocente hasta que no se le compruebe lo contrario.
Y
bueno, alrededor de esa especulación se ha desatado una opinadera en las redes
sociales. En realidad, si lo absuelven y queda limpio de los cargos que le
imputaron, a estas alturas del partido ya no tiene la mayor trascendencia. Lo
que yo crea en el sentido de que, si es culpable o no, no tiene la mayor
importancia. Pero lo que si tiene importancia es cómo quedaron y cómo están
nuestras instituciones hoy, alrededor de las consecuencias que se desataron a
raíz de su detención. Las cosas ya no son la mismas.
Para
empezar, suponiendo que regrese y quede libre de culpa, ya no puede volver a
sentarse en la silla de fiscal. No solamente porque ya tiene toda la opinión
local, nacional e internacional en su contra y, en consecuencia, su nula
credibilidad social impide que sea el titular de esa instancia gubernamental. Pero,
además, ya se inició, o se va a iniciar a partir del viernes, el proceso para
el nombramiento del nuevo fiscal, situación que yo he dicho representa una
soberana estupidez que permitamos que este congreso y el gobernador actual nombren
al nuevo fiscal. Legalmente están facultados para ello, pero las cosas ahorita
no son como para que, mediante la ley, se nos vuelva a imponer un funcionario
que sea incondicional de un gobernador que ha puesto en serios aprietos la
honorabilidad de las instituciones nacionales. Es el equivalente a aceptar a
que el Mochaorejas nombre a su juez nomás porque la ley lo faculta.
Pero
eso no es todo. Las instituciones nacionales ya empezaron funcionar en su
contra. La PGR, el senado, los partidos políticos, en fin, todo el andamiaje
institucional y hasta los partidos políticos ya exigen investigaciones, ya
exige renuncias o licencias, es decir pues, no es una situación normal que se
tenga que abordar basados en la ley, una ley que está completamente rebasada
por los acontecimientos.
El
gobernador Roberto Sandoval, en un video que circuló en las redes, en el que se
le observa completamente desmejorado, con ojeras de mapache, señaló que ya está
dando la cara para decirle al pueblo que ahí está, que no ha salido al público
por la veda electoral, como si las elecciones deben impedir que la gente
enferma no tenga atención, o como si todo el trabajo gubernamental deba
detenerse nomás porque hay elecciones. Y señala en dicho video que enfrentará
todas las especulaciones que se han dado en estos tiempos y que le prohíben salir.
¿Quién le prohíbe salir? La verdad es que ese video representa un grito en el
desierto que nadie cree. Así que pensar en el regreso de Edgar Veytia, es como
pensar que nada ha pasado y que se volverá a sentar en la silla, o que al nuevo
fiscal lo va a imponer el gobernador Sandoval con la terna que les regrese al
congreso donde seguramente iría su incondicional, es el equivalente a pensar
que los Nayaritas estamos tartufos. No podemos permitir ese acto grotesco.
Como
lo señalé en unos comentarios anteriores, el mundo ya se le vino encima al
gobernador y su equipo político. Edgar Veytia es, por supuesto, parte de su
equipo político, lo mismo que Gianni Ramírez a quien lo acaban de subir a la
ola de los escándalos de corrupción por la presunta red de corrupción que se
construyó para hacer negocios con la obra pública. De la misma manera, ya se
les empieza a mover el tapete a los prestanombres como el que circulo en la
prensa el día de ayer de nombre Elías Salas, un taquero de allá de Villa Hidalgo
que repentinamente acumuló riqueza. De hecho, este escribano de la trinchera es
de Villa Hidalgo y se perfectamente de quien se habla, y se presume que Elías
Salas es un prestanombre de Roberto Sandoval. Así también ya se empieza a
rumorar de los movimientos de ganado equino propiedad del gobernador hacia
otros ranchos de otros propietarios de por allá de Bahía de Banderas, propiedad
de un cantante amigo del gobernador Sandoval que también es muy proclive a los
gustos por los equinos. A lo mejor los movimientos de los hermosos equinos
nalgones se deben al fundado temor de la confiscación de parte de las
autoridades federales.
Por
si o por no, la verdad es que el rumor del regreso de Edgar Veytia ha sido
fuerte, se ha difundido con mucha velocidad. Pero, al final de cuentas, para
las instituciones y para Nayarit eso ya no tiene la mayor importancia pues su
regreso no implica regresar a la situación en que nos encontrábamos antes de su
detención. Ya las cosas cambiaron. Es más, yo creo que, si sale absuelto de los
cargos que le imputaron, lo mejor para él es retirarse a vivir la vida en paz y
tranquilo en otro lado, quizá allá mismo en la unión americana, porque aquí en
Nayarit hay muchos que se dicen agraviados y no se sabe cómo vayan a
responderle ahora que ya no tendría el poder de las armas y las corporaciones en
sus manos. Las cosas son distintas.
PD. Pero su impacto político
electoral aún está por verse. Se presume que hay varios candidatos que estaban
ligados a él. Pronto nos daremos cuenta.
