Ni perdón ni olvido. Juan López
Salazar debe comparecer ante la justicia para que se le encarcele y se pueda
recuperar parte, si no es que todo, el dinero que se robó de la Universidad
Autónoma de Nayarit. El hecho de que ya se hayan pagado el aguinaldo y
prestaciones de diciembre no son pretexto para que nos olvidemos de Juan López
Salazar. Tampoco será pretexto el desarrollo del proceso electoral de Nayarit
para olvidarnos del ex rector.
El
gobernador ya no dice nada del tema. En lo personal yo creo que ya hablaron por
algún medio y debieron llegar a algún acuerdo para que Juan López siga en
completa impunidad. Espero equivocarme acerca de esa percepción personal, pero,
es muy sospechoso de que el gobernador le haya dado de manera pública un ultimátum
a Juan López, y ahora, después de que el ex rector se pitorreó de ese
ultimátum, nomás no diga nada el titular del poder ejecutivo.
Si
el gobernador se mantiene en silencio y no hace valer su autoridad para que
Juan López comparezca ante la justicia y devuelva lo robado, entonces eso
supone que el ejecutivo tuvo acuerdos en lo oscurito con él. La postura del
gobierno respecto de este bochornoso caso ha sido planteada a través de la
fiscalía general del estado a cargo de Edgar Veytia. Se ha dicho que se están
terminando las averiguaciones y que de un momento a otro un juez dictará la
orden de aprehensión. Esto está muy bien, esperemos que no sea una simple
táctica dilatoria para que luego el proceso electoral se encime con el caso y
después ya no se diga nada.
Pero
será, al contrario. Por lo menos este escribano de la trinchera le exigirá a
cada candidato a gobernador que exijan como candidatos, que ya se traigan a Juan
López Salazar y, si el ejecutivo del estado no les hace caso y sigue manteniéndolo
en completa impunidad, entonces les exigiremos que ya que asuman la gubernatura
actúen en consecuencia. No podemos permitir que haya tanta impunidad en
Nayarit, como ciudadanos debemos cumplir con nuestras responsabilidades en términos
de hacer las denuncias respectivas, tal como ya hice lo correspondiente con la denuncia
que interpuse por setenta millones de pesos de daño a la máxima casa de
estudios.
Y
es que, las cosas ya huelen mal cuando se empieza a difundir el rumor de que
hubo dinero desviado de la propia Universidad hacia el gobierno estatal. Si
este tipo de noticias se llegan a confirmar el escándalo será mayúsculo porque
entonces los funcionarios actuales del gobierno tendrán que responder por ese
tipo de actos violatorios del estado de derecho. En una posible situación de
esa naturaleza las cosas las tendrá que enfrentar no solamente Juan López
Salazar, sino los funcionarios gubernamentales involucrados en ese tipo de ilícitos.
Si
las cosas están así, creo que no habrá justicia en lo que resta de este gobierno.
Más bien habria que esperar que el nuevo gobernador actúe en consecuencia. Y
eso que hay mucho más que sacar a flote porque si las cosas fueron escandalosas
con lo que publicó el órgano superior de fiscalización, con la revisión del
fondo de pensiones que ya no existe, porque también lo saquearon, el escándalo
será mayúsculo. Nuestra querida universidad no tendría tantos problemas si no
hubiera tanto ladrón de cuello blanco.
¿Qué
nuevo gobernador pudiera garantizar justicia para la Universidad? Hay dos que
públicamente si han dicho que combatirían la corrupción universitaria en serio.
Uno de ellos es Miguel Ángel Navarro Quintero y el otro es Manuel Pérez
Cárdenas, éste último hasta propuestas concretas ha expresado de manera
pública. Un tercer candidato y posible gobernante es Polo Domínguez. El
problema con este último es que anda aliado con quienes han sido actores
activos de la corrupción universitaria, esto es, con Castellón Fonseca, con
Naranjo y con el “pelón” Hernández Escobedo. Así que pensar en que Polo combatiría
en serio la corrupción es pensar un poco ingenuamente, a menos que luego se los
sacuda de la espalda y sólo los utilice para llegar a ser gobernador. Raúl Mejía,
a pesar de que es priista, también pudiera asumir una postura de mayor
transparencia y de compromiso con la justicia hacia la Universidad.
Lo
importante es que la definición del nuevo gobernador se dará precisamente en el
momento en que los recursos a la Universidad le harán mucha falta, toda vez que
ya el principal protector de corrupto Juan López es precisamente Nacho Peña. Quien
gane la gubernatura, ya como gobernador electo puede hacer que Juan López
comparezca en Nayarit y sea encarcelado.
PD. Mientras llega ese tiempo,
Nacho Peña debe empezar a hacer cambios en serio, debe empezar a dejar de
pagarles a los ex funcionarios, no hacer contrataciones, revisar la nómina y cancelar
lo que se tenga que cancelar, debe dejar de mantener los privilegios a los mal
llamados sectores y debe iniciar un proceso de reforma a la ley orgánica para
cambiar el modelo universitario.