Ahora que las cosas se empiezan
a definir en el ambiente político Nayarita, cada vez más nos sorprende que lo
que aglutina a la oposición es solamente la bandera política de sacar al PRI de
palacio de gobierno. La pregunta obligada es ¿Para qué sacar al PRI? A esa
pregunta no hay una respuesta única, sin embargo, tal parece que a la oposición
es lo único que le importa.
Las
experiencias en otros estados del país indican que ha habido gobiernos que se
construyeron sobre alianzas y resultaron peores que el PRI. Esa es una muestra
evidente de que los gobiernos aliancistas no son evidencia de buen gobierno.
Sacar al PRI para que lleguen personajes iguales a los que nos gobiernan o
peores, para los ciudadanos es la misma cosa.
Vayamos
al escenario de que el PRI pierde la elección para gobernador ante una eventual
alianza. En ese escenario, quien gobernaría sería uno de los dos personajes que
hoy se disputan la candidatura: Polo o el rarito hijo del ex gobernador. Si es
el rarito, el hijo del ex gobernador, pues seguramente que las cosas no pintan
bien, no solamente porque es socio y aliado de los actuales gobernantes quienes
seguirían mandando a tras mano en Nayarit, sino porque es evidente su
incapacidad para asumir un cargo de tal naturaleza, eso sin contar que también
decidirían mucho la vida de Nayarit tanto Toño Echevarría como Martha Elena, ambos
personajes que consideran al gobierno como uno más de sus negocios y donde los
Nayaritas seriamos sus empleados y gatos a su servicio. Y si es Polo, entonces
éste se convertiría, tal como paso en el ayuntamiento capitalino, en rehén de
las mafias partidarias del PAN, del Ramoncillo Cambero y su pandilla, y del
PRD, ambas mafias muy cuestionadas por corrupción política, sobre todo en el
PRD donde gobernaría Luis Manuel Hernández Escobedo conocido socialmente como
“El pelón” o gobernaría lo más podrido del PRD que se han caracterizado por ser
saqueadores de la Universidad Autónoma de Nayarit y por ser mercenarios de la
política. En esas condiciones, ¿Para qué sacar el PRI? Sería mejor Cota que
tiene mucho más oficio político y más trayectoria como político que Polo y que
el rarito.
En
ese mismo escenario, donde el PRI pierde la gubernatura, en lugar de Polo o el
rarito, se ve como mejor opción MORENA, bajo la candidatura de Navarro
Quintero. El problema aquí es que tal parece que se está cocinando una alianza
subterránea con personajes importantes del gobierno actual y eso también deja
mucho que desear. Sin embargo, eso lo veremos en pocos días cuando se registren
candidatos a las presidencias municipales y a los distritos pues, si hay gentes
que son identificadas con los personajes del gobierno actual entonces la opción
de Navarro Quintero también se deslegitima. De las demás opciones políticas ni
para qué hablar, no son viables políticamente para un triunfo en el caso de la
gubernatura, unos porque no les alcanzan los números como mis amigos Manuel
Pérez Cárdenas y Raúl Mejía, y otros porque son personajes de utilería, son
desechables en cualquier momento dada su dependencia política de los actuales
gobernantes.
Si
las definiciones para el gobierno se dieran con base en capacidades y
experiencia político administrativa, seguramente que quienes gobernarían, sin
orden de prioridad, serían Manuel Pérez Cárdenas, Raúl Mejía, Navarro Quintero.
Enseguida Cota y Polo Domínguez. Al final estaría Layín junto con el rarito.
José Luis Sánchez Gonzáles es harina de otro costal, se cuece aparte. Pero,
desgraciadamente en Nayarit lo que menos cuenta es la experiencia y capacidad
político administrativa, sino cuentan los votos, tampoco cuentan las plazas
llenas, los auditorios de la gente llenos o los bailongos con ruidito y
traguito gratis, cuentan los votos.
Hasta
la fecha no hay ninguna propuesta de programa de gobierno que sustente la
postura de sacar al PRI de palacio de gobierno estatal. Sin duda que el
hartazgo proviene de la política priista del gobierno federal y, sobre esa base
se dice que hay que sacar al PRI del gobierno del estado, pero, la alternativa
que se nos ofrece es meter a los empleados del PRI, o sea a los partidos que
han avalado al PRI desde el Pacto por México. ¿Se trata entonces de
gatopardismo? ¿Cambiar para seguir igual?
En
lo personal me preocupa que solo estemos decidiendo con base en las personas
sin propuesta. Y es que, en realidad, la política está tan prostituida que lo
que menos importa es la propuesta o el programa de gobierno, lo que sigue
predominando son los intereses de las mafias partidarias y de los grupos
políticos, por eso, construir una alianza con base en el argumento de sacar al
PRI no es una propuesta sólida. En todo caso, si deveras se quiere cambiar las
cosas, sabemos que la única opción de cambiar este país de a deveras lo
representa, con todo y sus bemoles, Andrés Manuel López Obrador, por lo tanto,
si en realidad se quiere cambiar las cosas lo que procede es hacer una alianza
de hecho con MORENA para fortalecer en el plano nacional el proyecto de AMLO
que es el único que no puede salvar del precipicio nacional al que nos
enfilamos.
Sacar
el PRI de palacio como fundamento de la alianza opositora, para poner al frente
a otros igual o peor de corruptos no ayuda en nada a los ciudadanos. En Cota hay
una ventaja: No es parte del gallinero de los actuales gobernantes.
PD. Y que les quede claro, no
tengo compromiso con ningún candidato, algunos de ellos son mis amigos, pero
eso es un tema aparte.