Justo
Honesto, ciudadano ejemplar de Tepi, ciudad limpia, lleva a un diputado, no el
de chiripa, acusado de corrupción, lavado de dinero, tráfico de armas e
influencias, etcétera, ante el juez. Llega con el solemne impartidor de
justicia y el diputado, pretendiendo justificarse de antemano le dice: Verá, Su
Señoría, es que yo soy diputado y...Pst, pst, pst, el juez lo interrumpe para
decirle: La ignorancia no es una excusa….. Enfadado de tanta indolencia,
corrupción e impunidad de los diputados, Fogonio Cienfuegos le dice a su joven
compañera de vida: “Quemaré vivos a los 30 diputados y a un perrito”; Pero- lo
inquirió su casi esclava-¿Por qué al perrito? Mas enfadado responde: ¿Ves? a
nadie le importan los diputados.
En las redes sociales, circula un video
donde se aprecian los gritos desaforados y desesperados que un presunto
agricultor, le endilga a los diputados en el recinto cameral. La exasperación,
impaciencia y casi enojo del señor dedicado a trabajar las tierras, provenía de
que el seguro no les paga lo correspondiente a la perdida de las cosechas,
argumentando que una dichosa caja, presumiblemente de los propios campiranos,
no le había entregado el dinero a la aseguradora y esta, tan ducha en los
negocios para estafar gente, buscaba lomitas que no hubieran caído en desgracia
y que las hayan aprovechado los campesinos para medio comer, pero que a estas
empresas de fabulosas ganancias, le sirven de pretexto para no pagar.
No se aprecia bien si se los dice a
los diputados o a los de la aseguradora, pero su declaración fue tronante ante
la falta de pago por la perdida de sus cosechas: “¿Están ciegos, locos o se
hacen pendejos?”…. “Si todo mundo sabe que se perdieron las cosechas, hasta el
gobernador lo dice”. Luego como que le entró un poco la tranquilidad y pidió
disculpas si había ofendido a alguien y señaló que él asi habla y que ese es el
sentir de todos los campesinos que están en esa situación de desastre agrícola
y a quienes nadie les hace caso.
Desde luego, este escribano de la
trinchera, esperaba ver alguna reacción de los diputados cuando se escucharon
esos adjetivos. Pero ninguno dijo nada, casi con seguridad porque todos cabían
en esas tres palabras. Yo esperaba ver una furibunda reacción de algún diputado
pidiendo respeto a la máxima tribuna del estado, pero no, todos se quedaron
chatos, como aceptando humildemente la culpa por el justo reclamo que les hace
el agricultor. No se cómo esta distribuida la cámara entre ciegos, sordos y el
resto, o si habrá algún otro espécimen que se salga de esa clasificación
campirana, pero quizá también pueda haber mudos.
Seguramente los campiranos andan
solos y su alma o el dirigente de ellos no da pie con bola. Pero si se trata de
que les paguen las cosechas :¿No están equivocando el camino? Para empezar,
debieran ver el aspecto jurídico, es decir, ver las posibilidades jurídicas de
obligar a la aseguradora que les pague. En segundo lugar, seguramente saben que
el gobierno federal ya envió el dinero al estado para atender los desastres
agrícolas, razón por la cual, debieran investigar en donde se quedó la lana, si
en los bolsillos de algún funcionario estatal o federal y, en función de eso,
ir a exigir que se les entregue el dinero.
En tercer lugar, los ciegos, locos,
pendejos y alguno que otro mudo, son los que menos vela en el entierro tienen
por dos razones elementales: 1) Porque ellos no manejan los recursos ni de la aseguradora
ni los recursos que provienen del gobierno federal para solventar desastres
agrícolas y 2) porque la inmensa mayoría de ellos sólo son mandaderos y los que
dicen que no lo son, esos que dizque son de “oposición”, prefieren un puñado de
maíz para ellos que andar exigiendo que se les resuelvan sus problemas.
Si quieren que les hagan caso, la puerta que deben tocar es, primero la de
su dirigente nacional, o sea la de mi amigo Manuel Cota y, si no les hace caso,
también deben acudir con quien le ordena a los diputados que hacer, o sea con
el titular del poder ejecutivo, tienen que ir con el dueño del circo, no con
los payasos. Y si no hay eco en ninguno de esos dos lados tienen que acudir al
plano federal y si ni ahí les hacen caso entonces no les queda mas que seguir
votando por los mismos para que los sigan “protegiendo” como hasta ahora.
Hasta donde yo se, de la federación ya envió un recurso para hacer frente a
desastres agrícolas. Y también se, no se si de esos agricultores sean, que a
algunos agricultores les estaban ofreciendo ochenta pesos por hectárea
siniestrada cuando en realidad el gobierno presuntamente destinó dos mil
quinientos pesos por hectárea. ¿Dónde se quedó el dinero? No se sabe, pero si
sé la respuesta que dieron estos campesinos ante descomunal ofrecimiento de
apoyo: rechazaron el ofrecimiento de los ochenta pesos por hectárea. En fin,
ojalá y los diputados se pongan en terapia intensiva para ver si se les quita
eso que les dijeron, aunque tal como se avista el panorama, pasaran toda su
gestión en una de esas tres o cuatro personalidades descritas por el
agricultor. robertogbernal@gmail.com
PD. A
propósito de ciegos: “Están todos los pasajeros en la
sala de embarque esperando la salida del vuelo cuando de repente llega el
copiloto impecablemente uniformado con anteojos oscuros y un bastón blanco
tanteando el camino..
La empleada de la compañía aclara que, si bien es ciego,
es
el mejor copiloto que tiene la Empresa.
Al poco rato llega el piloto, con
el uniforme impecable, anteojos oscuros y un
bastón blanco asistido por dos
azafatas.
La encargada de la sala aclara que, también, el piloto es
ciego,
pero que es el mejor piloto que tiene la Compañía y que,
junto con el copiloto,
hacen la dupla más experimentada.
Con todos a bordo, el avión comienza a
carretear, tomando
cada vez más velocidad y con los pasajeros aterrorizados.
El avión sigue tomando velocidad pero no despega... continúa la
carrera y sigue
en tierra. Cada vez el final de pista
está más cerca y en una explosión de
histeria general los
pasajeros comienzan a gritar como poseídos!
En ese
momento el avión, milagrosamente, toma altura
...entonces el piloto le dice al
copiloto...
- El día que los pasajeros no griten, ¡¡¡ Nos hacemos mierda!!!
Moraleja:
Así está hoy nuestro país,
gobernado por ciegos que no ven, o no
quiere ver, la realidad.
A la espera de que el pueblo "GRITE" para
levantar vuelo.
Yo creo que como no gritamos nos están haciendo mierda!!!”
Bien por el agriocultor que se puso a gritar en el recinto cameral. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx