13 octubre 2011

CARTA AL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT


Señor, es un placer saludarlo y al mismo tiempo, aprovechar este espacio para dirigirle unas palabras. Sé y entiendo que su agenda siempre está llena y que sus responsabilidades no le otorgan mucho tiempo para leer este tipo de escritos, pero grande es mi deseo que estas líneas lleguen a usted y pueda darles la atención que se merecen, así sea el bote de la basura.
Creo que el manejo que usted la ha dado a la Universidad es el adecuado. Es un manejo eficiente, tolerante, transparente, honesto, muy apropiado a los tiempos que hoy por hoy está exigiendo el estado de Nayarit y México. Esa es la razón que me mueve a hacerle una felicitación pública a usted de manera personal pero también como representante institucional.
Sin embargo, usted perfectamente sabe, como lo sabemos muchos universitarios, que hay diversos temas en los que nuestra institución, que es donde se deposita la mayor parte de la inteligencia de Nayarit, necesita avanzar. Su liderazgo institucional es requisito fundamental para seguir adelante, para conformar, como lo dice nuestro gobernador, una Universidad competitiva, al mismo tiempo una Universidad que sirva de pilar del desarrollo regional.
Pero eso solamente lo podemos hacer si caminamos por lo menos de manera simultánea a cómo camina la sociedad, aunque lo deseable es que fuéramos la vanguardia, estando adelante en los cambios universitarios antes que los cambios sociales. Si somos la inteligencia de Nayarit entonces es en la Universidad donde se deben dar los ejemplos de cómo se gobierna.
Hemos escuchado a nuestro gobernador, nos habla de tolerancia e inclusión, nos dice que es del PRI pero que gobernará para todos, nos dice que es un gobernador que escucha, que se compromete y cumple, que es un gobierno cercano a la gente, que gobierna desde el territorio y no desde el escritorio. Eso es lo que deberíamos ver primero al interior de la Universidad para que cuando lo digan los gobernantes no nos cause sorpresa.
Yo esperaría que se avanzara en ese mismo sentido al interior de la Universidad, que usted como rector también fuera un gobernante universitario que escucha, se compromete y cumple, que es un rector cercano a la comunidad universitaria, que gobierna la universidad en el territorio y no desde el escritorio. Mucho gusto nos daría a los miembros del STUAN que fuera a nuestro territorio, que nos escuchara, que se comprometiera, que gobernara también con nosotros, pero la realidad, la devastadora y terca realidad, es que el STUAN no aparece ni en la página web de la Universidad.
Pero existimos señor rector. Aunque haya personas que se niegan a la existencia de nuestro sindicato, la terca realidad es que física y jurídicamente existimos . Les guste o no, existimos. Nuestra presencia en la universidad jamás la van a borrar aquellos que tienen intereses perversos, antiuniversitarios, que se aferran a monopolizar y manipular los intereses de muchos trabajadores académicos, manuales, administrativos y jubilados. La defensa de nuestra institución sindical la hacemos por convicción, esa es una convicción firme, tan firme como el amor que les tenemos a nuestros hijos porque desde ahí se defiende el ingreso que les proporciona su alimento, su educación, su salud.
Usted conoce perfectamente el artículo segundo de la ley orgánica, pero aquí se lo recuerdo: “LA UNIVERSIDAD SE RIGE POR LO DISPUESTO EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA PARTICULAR DEL ESTADO DE NAYARIT, LA LEGISLACIÓN FEDERAL Y ESTATAL aplicables, la presente ley, el Estatuto de Gobierno, los reglamentos y demás disposiciones que regulen su régimen interno, expedidos por conducto de sus órganos competentes”. Ninguna ley está por encima de nuestras constituciones.
En nuestra carta magna, nacional y estatal, hay derechos indiscutibles: El derecho a la libertad de asociación, el derecho de la libertad de expresión, el derecho al trabajo y a la salud, el derecho a la educación, entre otros. Son derechos que no pueden estar supeditados a caprichos ni a voluntades de líderes anquilosados, viejos y decrépitos, acostumbrados a decidir caciquilmente sobre quienes tienen esos derechos y prestaciones y quienes no. Desde esta humilde tribuna la sugiero que no sea usted rehén de ese tipo de personalidades nefastas y perversas. Hay muchas voces en la sociedad que reclaman el RESPETO AL ESTADO DE DERECHO, en la Universidad hay que darles el ejemplo. Hay muchas voces en la sociedad que reclaman un alto a la impunidad, en la Universidad hay que darles el ejemplo. En la sociedad hay avance democrático, hay pluralidad, hay inclusión, hay tolerancia. Es vergonzoso que al interior de la Universidad, donde se deposita la inteligencia de Nayarit, estos principios sean severamente cuestionados a partir de la práctica política que ahí se realiza y en su lugar presenciemos la intolerancia, la exclusión y el primitivismo en todos los ámbitos de la vida institucional, tanto en el académico como en el laboral.
Por cuestiones de espacio hasta aquí la dejo, no sin antes decirle mi estimado y fino rector, que esta carta no tiene fines descalificadores. Usted sabe perfectamente que no es el objetivo. Si lo fuera, la carta no sería ni el tema ni tuviera este tono. Pero si es una súplica para que siga dirigiendo los destinos de la Universidad como hasta ahora lo ha hecho, sólo que le faltan los agregados que le comento para ponerse en sintonía con la forma de gobernar de Roberto Sandoval. Itero mi felicitación y le envío un cordial abrazo. robertogbernal@gmail.com
PD. Espero que también la lea mi tocayo. www.trincherauniversitaria.blogspot.com

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