No me refiero al sempiterno dirigente del SETUAN, el afamado como obsesionado jugador y apostador el “pelón” Hernández Escobedo, de ése ya sabemos lo que es, no tenemos ninguna duda. Ahora me referiré a aquellos “ratones de dos patas” que han venido cometiendo algunas fechorías al interior de la UAN en detrimento, fundamentalmente, de los profesores investigadores. Y digo eso porque estos “ratones” se han especializado en el hurto de computadoras personales y aparatos electrónicos en general.
Desde hace tiempo se han venido presentando una serie de robos y la autoridad universitaria correspondiente nomás no ha tomado las medidas pertinentes para resolver estas situaciones. De hecho, el último robo se lo hicieron a dos amigos de los que me reservo el nombre, a quienes les quitaron tres computadoras personales más una pantalla. Me comentaron ellos que les pesa más la información que ahí tenían que los aparatos en si mismos. Es más valiosa la información.
Lo característico del caso son varias cosas: El robo se hizo violando las chapas, a eso de entre las tres y cinco de la tarde, momento en el cual el presunto corruptazo dirigente del SETUAN tenía un evento político de su sindicato, lo cual, tentativamente, aprovecharon los “ratones” para desvalijar a nuestros compañeros. No había vigilancia. Lo raro es que sabían perfectamente donde estaba todo. Se sospecha de personas que saben de sus movimientos, que saben de sus horas de llegada y de salida así como de si se llevan sus pertenencias o no. Por tanto, son personas que están muy cerca de su actividad. ¿Quiénes serán? Sin embargo, los mismos compañeros comentan que ya ha habido toda una estela de robos de computadoras pero ¡sin forzar chapas! Esto fortalece la hipótesis de que es gente que se la lleva en esos lugares, no pueden ser extraños.
Lo que raya en el colmo, es que las autoridades correspondientes, en este caso el jurídico de la UAN, Carlos Castro Morán, solamente se preocupó por llamar a cuentas a los robados para que les dieran datos y señales para saber más o menos cómo estuvo el robo y según él tratar de recuperar las computadoras que les habían asignado a los investigadores a partir del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep), pero no para los aparatos de ellos. De hecho, tal parece que este funcionario se molestó porque los compañeros acudieron a hacer su denuncia ante la procuraduría, pues algunas cosas eran de su propiedad, no de la UAN. Se presume que quieren echarle tierra al asunto.
Si a plena luz del día roban y el funcionario correspondiente se hace como que la virgen le habla es porque tal parece que no desean que estas cosas trasciendan a la sociedad y que el pueblo no nos demos cuenta de la mala vigilancia que existe en el seno universitario. Si no son capaces de aclarar un pequeño robo, si no son capaces de evitar que haya atracos a plena luz del día ¿Cómo van a ser capaces de evitar la posible inseguridad de los estudiantes? ¿Cómo van a evitar que haya robos a autos o que los del crimen organizado se metan a la institución y realicen sus consabidas actividades?
La falta de vigilancia es una responsabilidad del funcionario encargado de ella, lo cual en lo personal no me extraña. Mi amigo el rector Juan López va a tener que tomar medidas más drásticas en ese sentido, porque eso es falta de un esquema de seguridad de la comunidad universitaria. La integridad física de la comunidad universitaria y de su patrimonio debe salvaguardarse a costa de lo que sea. Si unos raterillos de poca monta son capaces de meterse como “Pedro en su casa” y saquear bienes ¿se imaginan lo que pueden hacer las bandas del crimen organizado en un campus donde la “autonomía” protege hasta a los delincuentes de poca monta?
Tal parece que nuestra Universidad está siendo pasto del saqueo ya no solamente de los presuntos corruptazos como el sempiterno líder del SETUAN, sino que ahora la delincuencia empieza a sentar sus reales al interior de la institución que se supone es la inteligencia de Nayarit ¡Bendita Autonomía! robertogbernal@gmail.com
PD. La autonomía no debe servir para proteger delincuentes, sólo es para organizarse internamente para cumplir sus fines: docencia, investigación y extensión y difusión de la cultura. Las “ratas” no son parte de ello y por tanto no deben ser protegidas con el sacrosanto manto de la autonomía. ¿O no “pelón”? www.trincherauniversitaria.blogspot.com