Aunque es mucha la tentación y poca la resistencia de este escribano desquehacerado por las posturas de mi amigazo Acosta Naranjo planteadas en el debate, por hoy no lo voy a criticar aunque esté de “pechito” para darle una “recia”. Y no lo voy a hacer por una simple razón: porque en este “debate” no agredió a Martha Elena y por haberse mostrado a la altura de las circunstancias, sólo por eso solamente voy a comentar algunas cosas rescatables de dicho evento.
Lo primero que hay que destacar es que hubo un ambiente de más armonía, no se sintió el pesado ambiente casi de violencia que caracterizó el primer encuentro. Aunque Martha Elena “noqueó” a Naranjo en el primer “debate”, en este segundo Naranjo salió airoso debido a que no asumió las poses acartonadas y fingidas que tuvo durante el primer encuentro. Fue como la revancha de Naranjo y salió bien.
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Si no hay “cochupo” nacional para imponer a Naranjo, si las cosas se hacen bien, con transparencia, sin mano negra y sin dados cargados, el proyecto aliancista puede caminar bien, sin desbandadas. Pero también es necesario que camine bien haciendo caso a la propuesta de Naranjo en el sentido de sumar, de integrar, de incluir, aunque se que en lo “corto” sigue asumiendo sus típicas posturas intolerantes y excluyentes, que por bien del proyecto ya debe superar.
Las propuestas de Naranjo son las propuestas que desde el 99 se planteaban como parte del proyecto popular y democrático que se construyó y en el que participaron activamente los ciudadanos. Dicho proyecto sufrió un tropezón por los errores gubernamentales de entonces tanto del gobernador como de los propios partidos aliancistas. Hoy estamos en la oportunidad de recobrar el camino perdido. Naranjo sólo recordó esas propuestas que desde entonces se hacían.
Lo que si me extraña es que Martha Elena, habiendo registrado prácticamente esas propuestas cuando acudió a su registro como precandidata, no las hiciera públicas en el debate, pues prácticamente son las mismas y un poco mejoradas que las que propuso Acosta. Lo destacable de las propuestas de Martha Elena son su sensibilidad y humanismo sobre todo hacia las gentes de la tercera edad, los de capacidades diferentes y a los indígenas, sectores de los más marginados en Nayarit y la propuesta de construcción de un gobierno cercano a la gente, un gobierno del pueblo. De nuestro amigo Jorge González se puede decir que asumió posturas valientes, especialmente cuando hizo las acusaciones directas hacia los funcionarios encargados de la seguridad. Estas posturas de Jorge hay que reconocerlas, no cualquiera tiene esa valentía y arrojo para defender uno de los derechos humanos elementales de los ciudadanos como es la seguridad.
Después de ese encuentro ya sólo queda la espera de la aplicación de la encuesta. Sin duda alguna que la aplicación de la encuesta debe hacerse bien. Necesitamos sacar un proceso aterciopelado y, si se manipula la encuesta el proceso se ensucia y se corre el riesgo de solamente construir una derrota anticipada. Yo no tengo duda de que la encuesta favorecerá a Martha Elena, pues la diferencia con su más cercano adversario es abismal, el debate solamente podría modificar en unos cuantos puntos pero completamente insuficientes como para cambiar drásticamente los posicionamientos. Sin embargo, esperemos los resultados y quien sea el que esté más posicionado deberá ser el candidato (a) quien de inmediato deberá realizar un proceso de negociación con los otros dos aspirantes a fin de zanjar cualquier diferencia que pudiera existir y construir un acuerdo en el que la ciudadanía deposite su confianza, un programa de gobierno que satisfaga los anhelos del pueblo tan golpeado no solamente por la crisis de inseguridad, sino por la falta de atención de este gobierno y la falta de oportunidades para vivir decorosamente. Bien por los tres precandidatos, va mi felicitación para ellos y sobre todo por el mensaje de unidad que se vió. robertogbernal@gmail.com
PD. Por fin habrá humo blanco en el proyecto aliancista PAN-PRD. www.cainay.blogspot.com