Lanzar las campanas al vuelo es una
locución que nos remite claramente a la comunicación a través de los
campanarios de las iglesias. Hoy en día, habremos oído el lento y separado
toque de muerto, la llamada a misa, tal vez incluso el alegre volar de campanas
en momentos de fiesta; sin embargo, sabemos que aunque hoy es algo testimonial
e incluso folclórico, antaño era un medio importante de comunicación incluso a
distancia. El toque más sonoro y que denota júbilo es el vuelo de las campanas,
en el que todas ellas se juntan en un violento repicar y de ahí su asociación
con celebraciones.
En
el plano político, lanzar las “campanas al vuelo” es una expresión que denota alegría
por el logro de los objetivos antes de tiempo. Hoy vemos como a diario, sobre
todo de parte del PRI, se lanzan las campanas al vuelo para decirle a la
población electoral que se llevaran carro completo, que se levantarán con el
triunfo en las próximas elecciones venideras de julio. Y la verdad es que no
hay quien les diga lo contrario, la oposición se está durmiendo en sus
laureles, mientras los aspirantes del partido tricolor andan desatados a todo
lo que da en la grilla electoral, hasta con el innombrable haciendo política electoral
de forma descarada, los de la oposición andan viendo la repartidera del botín y
ni así responden a las bravuconadas tricolores.
En
ese esfuerzo de comunicación escandalosa, se hace uso de los medios de
comunicación. En el radio se escucha a los puros aspirantes tricolores, por la
mañana aparece el aspirante descendiente de italianos cuyo nombre ya es
conocido como Gianni La Chingas. Los locutores le ponen florecitas y adornos a más
no poder. A medio día aparecen nuevamente con tiempos enormes en el medio de
comunicación radiofónico otros aspirantes tricolores y así sucesivamente a
diario. Nunca escuchamos a los aspirantes opositores. Eso solamente por decir un
medio de comunicación, pero en el resto de ellos la cosa está igual.
Otra
parte de la estrategia de comunicación es la de difundir resultados de
supuestas encuestas realizadas por empresas “exitosas”. Y ahí, obviamente,
también hacen uso político de las encuestas para lanzar las “campanas al vuelo”
y con datos “científicos” afirmar que los candidatos tricolores son
invencibles, que nadie los detiene dado el amplio respaldo popular que las “científicas”
encuestas dicen. Mis escasos lectores en número de cinco deben saber del
desprestigio que tienen las casas encuestadoras o ¿ya no se acuerdan que ninguna casa
encuestadora le atinó a los resultados reales pero que ellas difundieron otros completamente
distintos en la elección presidencial? Es obvio, las casas encuestadoras que se
dicen tienen prestigio, usaron políticamente sus resultados para echar las
campanas al vuelo y posicionar a quien les había pagado. Ya no es novedad que
se use políticamente las encuestas. Y así sucesivamente vemos como los diversos
aspirantes lanzan las campanas al vuelo para decirse triunfadores antes de que
llegue la elección. Es un esfuerzo que hacen los aspirantes en su carrera por
el logro del éxito sobre un hueso de representación popular.
En
el caso de quienes controlan las franquicias partidarias eso no les importa
porque ellos si tienen la posibilidad de asegurarse espacios políticos de esos
plurinominales. Ellos hacen el esfuerzo de ganar en la mesa lo que no pueden
ganar en la urna. Por eso esas posiciones son muy codiciadas y los diferentes
liderazgos las usan para los incondicionales, para las amantes, compadres o
socios. Así vemos que repentinamente aparecen personajes que ni en su casa los
conocen y por arte de magia llegan a una curul en la cámara de diputados o a
una regiduría.
Mientras
son peras o son manzanas, mis escasos lectores en número de cinco, deben estar
atentos a tanto discurso hueco de los aspirantes. A nadie le deben creer nomás
porque les avientan puños y puños de saliva para levantarse como los “buenos”
como aquellos que ya la tienen ganada nomas porque ellos lo dicen en forma
escandalosa y porque gastan mucho dinero en publicidad. Mis escasos lectores
deben estar atentos a las marrullerías de los diversos aspirantes para que no
los envuelvan en un rosario de promesas demagógicas sobre la base de la
publicidad. robertogbernal@gmail.com
PD. Por cierto, una casa encuestadora
en Tepic acaba de terminar una encuesta aplicada en la mayoría de las colonias.
La pregunta era: Dígame por favor, ¿Qué opina de la escasez de agua potable en Tepic
honestamente? Primeramente, en la colonia Zitacua no supieron que era por favor,
en la colonia magisterial pedían que les explicaran que era opinión, en la
Tierra y libertad no supieron que era escasez, en la Venceremos no sabían que
era agua potable porque mejor la tomaban del rio mololoa, y en la cámara de diputados aún se debate que es honestamente. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx
