Hay una fuerte contradicción cuando dos partidos con proyectos distintos van juntos electoralmente; obedecen a un simple oportunismo. Esa es la declaración de uno de los símbolos del perredismo en el país, Cuauhtémoc Cárdenas. Constituye sin duda una aseveración de la mayor importancia. Por eso mismo, es bueno reflexionar si ésa alianza es simple oportunismo en el caso de Nayarit. Pero antes que nada habría que saber en qué consiste el oportunismo, para ello, en el diccionario de política, uno de cuyos autores es Norberto Bobbio (un politólogo que es una “vaca sagrada” cuya palabra en política es ley) se define muy claramente. Dice así: “Se entiende por OPORTUNISMO LA BÚSQUEDA DE BENEFICIOS PERSONALES EN EL DESEMPEÑO DE CUALQUIER ACTIVIDAD POLÍTICA SIN NINGUNA CONSIDERACIÓN POR LOS PRINCIPIOS IDEALES Y MORALES”.
Desde luego que hay toda una reflexión de Norberto Bobbio acerca del oportunismo, consideraciones que están fuera del alcance de ésta columna, pero con lo definido anteriormente basta y sobre para analizar el caso de Nayarit. La afirmación es contundente, en ella se establece que no hay principios basados en ideales ni ningún aspecto que tenga que ver con la moral. Vamos ahora a Nayarit, en donde se supone que se cocina ya una alianza PAN-PRD. Siempre lo he dicho, en la alianza no hay proyecto, sólo hay una vulgar y corriente repartidera de posiciones de poder y acuerdos en lo oscurito. Estas afirmaciones que he hecho en otras columnas se ajustan perfectamente a lo que define Norberto Bobbio como oportunismo y, precisamente, lo que está pasando en Nayarit es como lo señala Temo Cárdenas, es simple oportunismo.
En una ocasión, Acosta Naranjo se me lanzó como un energúmeno, señalando que debemos cuidar la unidad. Yo me pregunté ¿La unidad de quien? ¿O en torno a qué? Tal parece que Acosta Naranjo entiende la unidad como un simple amasiato de grupos para lograr posiciones de poder al margen de cualquier proyecto en beneficio del pueblo. Veamos los aspirantes que hay en la alianza PAN-PRD. El de mayor activismo político es sin duda Acosta Naranjo. Trae recursos para gastar de manera escandalosa, no se sabe su origen ni en qué los está gastando de manera puntual. Desde luego que estas prácticas no tienen ningún sustento basado en ideales ni en principios morales, de lo contrario, se supiera de donde saca tanto recurso, donde se origina y cuál es su aplicación. Acosta Naranjo no tiene ninguna diferencia con las prácticas priistas, de esos priistas que mercadean con el hambre del pueblo para conseguir votos, no tiene diferencia con esos políticos perversos que saben que los Nayaritas somos un pueblo hambriento y sin educación y de eso se valen para que con un “puño de lentejas” los Nayaritas veamos a los políticos como nuestros grandes redentores. Actuando de la misma manera Naranjo sólo muestra el hambre de poder y la ambición política desmedida.
Recientemente fue a Santiago y prometió a los campesinos las perlas de la virgen y los bueyes y la carreta. Créditos blandos, maquinaria, apoyarlos en comercialización, insumos y hasta cajas solidarias. ¿Qué hay de nuevo en eso? Rigoberto Ochoa también lo dijo, hasta andaba prometiendo la agro industrialización del campo. Y de ahí a la fecha, no ha habido político que no diga lo mismo. ¿Cuál es la diferencia entonces de un aspirante aliancista con uno priista? Las causas de la pobreza campesina hay que buscarlas en las políticas públicas neoliberales priistas y panistas, pero el problema es que andamos aliados con los causantes de los males campesinos, lo cual nos lleva a lo mismo: sólo estamos actuando oportunistamente, sin proyecto claro. Martha Elena, por su parte, no hace mucho activismo, muy tibiamente hace actividad política, no gasta tanto recurso financiero y, curiosamente, es la más golpeada de parte de las mafias priistas, no Acosta Naranjo. Recientemente Ney a través de Narváez le dió una bofetada al negarle la entrada al congreso del estado ¡siendo la presidenta nacional de la comisión de equidad y género! ¿Por qué será? Al igual que Acosta Naranjo, Martha Elena no tiene proyecto claro, porque en la alianza no les interesa construir eso, simplemente competir de manera oportunista para obtener puestos públicos y de representación popular. Una simple y vulgar repartidera de posiciones y acuerdos en lo oscurito. De Castellón ni hablar, es un simple cero a la izquierda.
Para concluir señalo que, si se quiere construir una alternativa electoral y de gobierno competitiva y diferente, lo primero que tienen que hacer los dirigentes de los partidos políticos aliados, es convocar a la sociedad Nayarita y establecer los compromisos públicos de manera concreta y trasparente, de frente al pueblo, no a escondidas. La unidad se dará en torno a esos compromisos que se señalen y no en torno a una persona. La etapa de los caudillos ya se terminó, ahora lo que se busca es que el pueblo se unifique en torno a proyectos sociales, no personales. Sólo así terminaremos con la práctica oportunista de los políticos que quieren liderar la alianza, de lo contrario, la alianza sólo será un simple grupo de fenicios de la política. robertogbernal@gmail.com
PD. Y no es nada personal, hasta ahora he considerado amigo a Acosta Naranjo, pero como le escuché decir una vez a Águeda Galicia, lo más claro es lo decente. Y Naranjo en lugar de enojarse debe recomponer sus posturas en bien de sus propias aspiraciones y en bien del pueblo. www.cainay.blogspot.com
