Un completo estado de
corrupción e impunidad, de violaciones permanentes al estado de derecho y nadie
dice nada. Nadie mueve un dedo para poner orden en la Universidad y limpiarla
de las practicas de clientelismo político y de uso perverso de la institución
para beneficio de unos cuantos que por años han usufructuado a esta institución
como se les pega la gana.
Años, muchos años ha servido la Universidad para
satisfacer los intereses de quienes la regentean y nadie dice nada. La usan
para sacarle dinero y votos en tiempos políticos. Y ha sido usada tanto por
priistas como panistas y perredistas. Quizá por eso todos se callan porque
saben que es mejor hacerle gala a la frase “contra la corrupción hasta que nos
emparejemos” o aquella que dice “la corrupción somos todos” y al unísono todos
se tapan con la misma cobija, nadie le jala porque corren el riesgo de
destaparse.
Violaciones a lo establecido en los contratos colectivos
de trabajo, violaciones a la ley orgánica y al estatuto jurídico para la
integración del consejo general universitario, violaciones para el nombramiento
del rector, hoy “asalta rectorías” Juan López Salazar, violaciones a las
disposiciones en la distribución de las becas al desempeño docente, uso
discrecional de los recursos del patronato, en fin, todo un rosario de
situaciones violatorias de las leyes y nadie dice nada.
Hay informes gubernamentales donde se dicen los logros
pero, en el caso de la Universidad no dicen lo que a diario los universitarios
vivimos. Los ultrajes permanentes a la condición de ser humano por al trato
discriminatorio que se les da a quienes nos atrevemos a denunciar los hechos.
Tal parece que los gobernantes prefieren la posición esa donde dicen: “No me
hagas ruido político y adentro de la UAN les dejo hacer lo que quieran”.
Los informes gubernamentales dicen que somos primer lugar
en transparencia. Pero en el caso de la Universidad la opacidad es el pan de
cada día. Nosotros hemos tenido que recurrir a los jueces federales para
obligar a que respondan nuestras peticiones, incluso hemos tenido que
recurrir la justicia federal para que
los del Instituto de transparencia resuelvan acerca de los recursos de revisión
que hemos interpuesto ante la opacidad en las peticiones de información sobre
la universidad. Pero se siguen tapando todos con la misma cobija, la cobija de
la corrupción y de la impunidad.
Incluso les hemos reclamado públicamente a los diputados
y todos se hacen ojo de hormiga, se hacen como que la virgen les habla y se
quedan chatos, se quedan muditos, prefieren el silencio en lugar de hacer el
esfuerzo por recomponer nuestras instituciones que hasta hoy se encuentran
podridas. Por eso mismo lanzo la pregunta al aire, si no hay voluntad del
ejecutivo ni del legislativo para limpiar nuestras instituciones del lodo en
que las tenemos sumidas, entonces ¿quien va a poner orden? ¿o de plano los
Nayaritas nos tenemos que acostumbrar a vivir en el lodo, en la pus, en la
pudrición y en ese olor fétido que sale de los caños de la corrupción?
Si el poder ejecutivo y el legislativo no se ponen las
pilas para renovar nuestras instituciones, mucho menos lo hacen los partidos
políticos. Sus lideres o se encuentran “maiceados” o de plano viven en el
limbo, esperando simplemente que haya otro proceso político para quedase con
posiciones plurinominales o simple y sencillamente esperan que les den las
lentejas llamadas prerrogativas para dedicarse luego a la “dolce vita”. Se
supone que los partidos deben ser canal de expresión de los reclamos sociales
pero como están hasta ahora solo se han convertido en franquicias dominadas por
camarillas para sacar raja política y económica.
Pero somos precisamente los de la sociedad civil los que
tenemos que empujar y obligar a quienes nos gobiernan o nos representan en las
instancias de decisión a que se cumpla la ley, a que se avance por la senda del
estado de derecho. Los del STUAN lo estamos haciendo por la vía de los
tribunales, seremos respetuosos de nuestra vida democrática y de las instancias
jurídicas que son las que tienen que hacer valer la ley. El titular del poder
ejecutivo en Nayarit no ha tenido la voluntad política de hacer valer la ley en
el caso de la UAN y ha permitido que se cometan una serie de atropellos
laborales, incluso sus propias instancias gubernamentales laborales han sido cómplices
de esa situación.
Lo bueno es que hay instancias superiores que rebasan las
fronteras Nayaritas a las que se puede recurrir para hacer valer las leyes y
para intentar poner orden en nuestras instituciones como el caso de la Universidad.
Hasta allá recurriremos si es necesario para evitar que un delincuente en
potencia como el “asalta rectorías” Juan López Salazar, esté al frente de
nuestra universidad. robertogbernal@gmail.com
PD. Me dicen que el
invertido diputado de chiripa, el “pelón” Hernández Escobedo, se enoja mucho porque
le critico a su “puerquito” que tiene en
engorda en la rectoría. Y es que si a su
“puerquito” le movemos el tapete en los tribunales federales sabe que son los
de la FEUAN quienes tendrían mayor oportunidad de poner a uno de su organización
al frente de la UAN y entonces el invertido diputado de chiripa ya no podrá
hacer negocios fáciles como lo hace con su socio actual. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx