Me
dijeron que un candidato y su chofer iban como alma que se lleva el diablo
hacia un evento político. Ya iban con mucho retraso y al candidato eso le
preocupaba porque sus coordinadores de campaña le habían comunicado que había
muchísima gente esperando y no querían que defraudara a los ahí presentes. Eso
se convertiría en votos en contra. Súbitamente, en el alocado trayecto
atropellaron a un cerdo, matándolo instantáneamente. El candidato le dijo a su
chofer que fuera a la casa de donde había salido el cerdo para explicarle al
dueño lo sucedido. El chofer acudió a la casa, se metió y duró mucho rato. El
candidato encabronado ya no supo que hacer mas que estar enojado porque
decepcionó a los ciudadanos que habían acudido alegremente a su evento. Una
hora mas tarde, ve a su chofer venir tambaleándose, con un cigarro en una mano
y con una botella de Buchana´s en la otra, y su ropa desarreglada.
¿Que paso?,
pregunto el candidato al chofer, y este respondió:
- Bueno, el dueño de la
casa me dio el vino, su mujer el cigarro y su hermosa hija me hizo el amor
apasionadamente.
- Por Dios, ¿pues que les dijiste?
- Les dije: "¡Soy el
chofer del candidato y acabo de matar al cerdo!"
Y eso viene a colación porque la
verdad es que no hay mucho de donde escoger. Los ciudadanos quisiéramos tener
un candidato perfecto, sin trayectoria sucia o muy controversial, con un perfil
de hombre o mujer honesto a carta cabal, que no haya sido integrante de alguna
mafia de los partidos políticos o haya sido un funcionario con antecedentes de
“rata”, que ya haya presentado su declaración patrimonial, sus declaraciones de
impuestos y sus declaraciones de intereses, en fin, un candidato que realmente
sea un personaje donde los ciudadanos veamos que si somos representados.
Mis escasos cuatro lectores
seguramente me van a decir ¡De esos no hay! Así que la quimera de tener un
candidato que realmente refleje los intereses del pueblo en su respectivo
distrito tiene que dar paso a la decisión de los electores de escoger de lo que
hay. En el caso del distrito dos, que es donde habita este escribano
desquehacerado de la trinchera, desde mi punto de vista y con la asesoría de mi
oráculo personal, me parece que sólo hay cuatro candidatos de los cuales hay
que escoger: Gianni Ramírez del PRI, Alejandro Galván del PAN, Javier Castellón
del PRD y José Manuel Quintanilla del PANAL.
Y bueno, no se trata de tener los candidatos
ideales, sino de tener que seleccionar de los que existen en la contienda
política. ¿Qué tipo de intereses representan cada uno de los ahí señalados? Les
daré mi percepción muy personal lo cual significa que con toda certeza, chocará
con las de mis escasos cuatro lectores. Y aclaro, no es nada personal con
ninguno, a todos los conozco y no tengo ningún conflicto con ninguno de ellos.
¿Qué se puede decir de Gianni? Lo que ya todo mundo dice en las redes sociales,
que es el candidato que representa la actual clase política. ¿Qué se puede
decir de Galván? Lo mismo, que representa los intereses de Ney. Qué se puede
decir de Castellón? De la misma manera, que representa los intereses del Judas
Naranjo y su pandilla entre la que destaca el actual diputado de chiripa quien
ha sido, junto con otros, el responsable de tener a la universidad postrada al
borde de la crisis financiera. ¿Y de Quintanilla? Pues que también fue
integrante del PRI y diputado federal por este partido, aunque en esta
contienda no surgió de las filas del PRI ni de los intereses oscuros que puede
haber dentro del PANAL, sino que Quintanilla surgió como un candidato del
Frente de Sindicatos en el que este
escribano de la trinchera está metido.
Taxistas, tianguistas, telefonistas,
sutsemistas, maestros de las secciones 20 y 49, cañeros, burócratas federales
en fin, todas las organizaciones que ahí estamos, le dimos el apoyo a
Quintanilla, no al PANAL. Para los que ahí estamos organizados y decidimos
participar en este proceso, dejamos bien claro que no nos interesa el partido,
sino el candidato, porque Quintanilla es integrante del Frente y es el único
personaje de nuestra organización sindical al que un partido le ofreció la
candidatura. Quintanilla pues representa los intereses de los trabajadores
organizados, por eso tiene muchas, pero muchas posibilidades de triunfo en este
proceso electoral.
Acepto sin conceder, como dicen los
abogados, que Quintanilla no es monedita de oro, pero aquí se trata de escoger
de lo que hay en el proceso, no se trata de lo ideal, no se trata de tener un
candidato perfecto sin tachaduras de nada. Se trata de seleccionar de lo real,
y en este proceso específico, Quintanilla es el candidato de los trabajadores.
Desde luego, nuestro apoyo no es incondicional. En el caso de los
Universitarios le vamos a exigir que se comprometa a nivel federal para sacar
adelante a la Universidad Autónoma de Nayarit apoyándola con mas recursos, tal
como lo hizo cuando, siendo diputado federal, gestionó el fondo semilla para el
fondo de pensiones de la UAN hoy saqueado. Pero también le vamos a exigir que
cumpla el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas que debe
haber en esa institución. Así que a mis escasos lectores en número de cuatro
les invito a que escojamos a quien mejor crea que conviene a cada una de
nuestras expectativas. En nuestro caso, en el caso de los trabajadores
organizados en el Frente sindical, quien mejor cumple nuestras expectativas es
Quintanilla. Los invito a que apoyen los intereses de los trabajadores a través
de Quintanilla. robertogbernal@gmail.com
PD. Una
muestra del apoyo a Quintanilla la veremos este primero de mayo, donde
desfilaremos para hacer patente la fortaleza que este candidato trae con el
respaldo de los trabajadores. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx