01 septiembre 2014

SEÑALES DE MALOS GOBIERNOS

El di de ayer, con mucho entusiasmo, leí la columna periodística de nuestro amigo Polo Domínguez, presidente municipal electo de Tepic. Denunció el saqueo, las prácticas de corrupción de los que dejan el barco y al mismo tiempo reconoció que sabe el reto que tiene enfrente. En lo personal me da mucho gusto esa postura del presidente electo, los ciudadanos lo ayudaremos en lo que podamos, por eso votamos por esa opción, porque Polo significa la esperanza de Tepic para tener un mejor municipio.
            Lo que es interesante recomendarle a nuestro amigo es que no caiga en una postura de lloradera, como plañidera mal pagada, sino que sus decisiones inmediatas nos vayan dejando la percepción de que las cosas serán diferentes. Por eso mismo debe transparentar mucho su administración, nada de acuerdos en lo oscurito. Sin embargo, no debemos prejuzgar al nuevo ayuntamiento solo emitir opiniones en la medida en que se vayan tomando decisiones.
            Por lo general, hacer buenos gobiernos pasa por combatir muchas de las siguientes señales que reflejan malos gobiernos: Pérdida de las elecciones, crisis recurrentes, problemas crónicos, escasez de recursos, sensación de que no se ha hecho nada, acumulación de expedientes rezagados, manifestaciones, colas, expedientes perdidos, quejas continuas dentro y fuera del ayuntamiento,“periodicazos” ,“bomberazos”, actitud de no lo arregles si no falla, apatía en los empleados, corrupción, necesidad de imponer muchos controles para lograr resultados, mucha actividad y poco éxito, necesidad de hacer las  cosas varias veces antes de que           funcionen, mala imagen, muchos rumores, mucha “grilla”, demasiada consulta a los jefes, el jefe debe firmarlo todo, retrabajo: La misma actividad se tiene que hacer  varias veces para que salga bien, mucho énfasis en resultados a “cualquier costo”, departamentos jurídicos muy grandes y poderosos, servilismo y adulación, sensación de que la situación está fuera de control, poca o nula estadística de acciones y resultados, hipersensibilidad a la prensa, hipergasto en imagen, despilfarro de recursos, temor a los cambios, temor a las decisiones, temor a hacer sugerencias de mejora, el documento más importante de la oficina es la síntesis de         prensa, presupuestos insuficientes, mala calidad en la obra o en las acciones, demasiada importancia a la obra pública, más importancia a los oficios que a la comunicación directa, necesidad de hacer citas con el “jefe” para desatorar trámites, muchos casos especiales, pocos casos comunes, atención especial a cuestiones ordinarias, presupuesto por función, no por proyectos, gasto fuerte en mantenimiento, más de 30 llamadas al día, escasez de metas, sólo objetivos generales, planear, esperar crisis, volver a planear, mucha importancia a los organigramas y a los títulos, mucha importancia a los presídium y al protocolo, tortas en el escritorio, mucho gasto en horas extras, alta rotación de empleados, sanitarios  exclusivos para empleados, el gabinete o el equipo se reúne sólo cuando hay crisis, vergüenza en ser empleado público, especialistas para las funciones, asesores para lo operativo, departamentos de atención a quejas, guerras ínter-departamentales, crisis y problemas recurrentes, la oficina no funciona sin el jefe,ssistemas y procesos complejos, los empleados no sugieren, los empleados no actúan, el jefe no actúa, el jefe es hiperactivo, entre otros muchos rasgos.
            Lo importante por ahora, es reconocer si el gobierno en donde se trabaja o con quien se interactúa presenta algunos de estos síntomas de la enfermedad conocida como administración tradicional. Si es así, hay una gran oportunidad de mejora. Los administradores públicos deben dejar a un lado su actividad cotidiana y tomar conciencia de la necesidad de un cambio. Polo tiene plena conciencia de esto y seguramente tomará las decisiones correctas y los ciudadanos debemos tener el compromiso moral de apoyar a nuestro gobierno municipal, porque por eso lo elegimos, porque estamos hartos de estar en una ciudad que parece la Franja de Gaza bombardeada por Israel, donde el desempleo y la falta de oportunidades están al por mayor.
            Polo se ha comprometido a tomar decisiones que conviertan a su gobierno en un gobierno eficiente, pero sería conveniente que nuestro presidente electo no se quede en el nivel del gobierno eficientista, sino de un gobierno cercano a la gente, un gobierno que vaya de la mano del pueblo tomando decisiones. Sería un error políticamente imperdonable para Polo que empiece a perder el alto grado de legitimidad social con el que arribará a la presidencia municipal. Mientras tanto, debe poner atención a esa señales de maos gobiernos. robertogbernal@gmail.com

PD. También hay otras señales relativas a las actitudes de los malos gobernantes. Polo debe hacerle las sugerencias a su equipo de gobierno para que no se asuman posturas soberbias y autoritarias. Hay que estarles machacando que solo son empleados públicos, no son nuestros patrones, que no se suban a un ladrillo y se mareen. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx

OTRA DENUNCIA CON NAVARRO ¿Y?

CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?