El presidente Felipe Calderón anda presumiendo la transparencia de sus instituciones, presumiendo el combate a la corrupción y, sus funcionarios por el contrario, la solapan y la protegen. ¿De qué le sirve al presidente Calderón toda su verborrea y palabrería hueca si en los hechos, la justicia federal no sólo no es pronta y expedita, sino que además protege la corrupción de las instancias estatales? Ante tales hechos, Calderón pasará a la historia como uno de los presidentes demagogos, de esos que solamente en las declaraciones hacen justicia pero en los hechos sus funcionarios dejan mucho que desear en la impartición de justicia y de combate a la impunidad y la corrupción. Esto viene a colación debido a la denuncia que a este escribano le hizo uno de mis lectores respecto del caso expresado en el expediente del juicio de amparo 1486/2009, relativo a la demanda laboral que desde hace tiempo debió de haberse resuelto de parte de la junta local de conciliación y arbitraje pero que, debido a la protección que la juez Maria Lucelia López Ramírez realiza respecto de las perversidades y corrupción de la junta local, no se ha resuelto.
El caso ya ha sido muy denunciado ante la opinión pública. Se trata de la demanda por retabulación salarial de acuerdo al convenio firmado entre el gobierno federal, el gobierno estatal y la Universidad Autónoma de Nayarit. En dicho convenio se establecen los tabuladores salariales sobre los cuales deberían pagarle a los trabajadores universitarios y, sin embargo, dichos salarios, son “rasurados” en la UAN con la complicidad de los líderes de los sindicatos universitarios. Tal situación motivó la demanda laboral de parte del Sindicato de Trabajadores de la UAN (STUAN). Dicha demanda, interpuesta desde hace cinco años, se congeló por parte de las autoridades laborales del gobierno debido a que protegen la corrupción universitaria. Sólo cuando el STUAN recurrió a la justicia federal, el caso empezó a moverse un poco, sin embargo, ahora la justicia federal, o sea la juez María Lucelia López Ramírez, anda cometiendo “errores” que en los hechos no son más que artimañas y perversidades para proteger los actos de corrupción de la junta laboral y continuar así “dándole largas” a la resolución que desde hace tiempo debería de haberse dado.
El 6 de noviembre, la juez en comento, notificó al STUAN y a la junta local de conciliación y arbitraje, que la justicia de la unión, es decir la justicia federal, amparaba y protegía la demanda hecha por los trabajadores universitarios, por lo que se le daba a la junta local un plazo de diez días laborales para hacer efectiva la resolución del laudo respectivo. EL 25 de noviembre vence el plazo para dar cumplimiento de parte de la Junta local y sin embargo no lo hicieron, por lo que el STUAN solicitó que se requiriera a dicha autoridad laboral con el término de 24 horas para que emitiera el laudo respectivo, tal como lo marca la ley. El 26 de noviembre, la junta local se justificó señalándole a la junta federal que no podía emitir la resolución respectiva porque la juez María Lucelia López Ramírez ¡no le había devuelto el expediente original! Es decir, la junta le envió el expediente original a la juez y esta no se lo devolvió y por eso no resolvió. Todo mundo sabe que jamás se envían los expedientes originales y sin embargo las autoridades laborales de Nayarit actuaron perversamente, con todo el dolo del mundo enviando el expediente original a la juez y ésta, cometió un “error infantil” de no regresar el expediente a la junta local, lo cual, en términos coloquiales significa simple y sencillamente que ambas autoridades se hacen como el “tío lolo” (Ya saben como se hace el tío Lolo no?) y todo con el insano y perverso fin de no resolver la demanda laboral, porque saben que tienen que emitir dicho laudo favorable a los trabajadores toda vez que el derecho y la razón les asiste.
Pues bien, resulta que el 27 de noviembre, la juez María Lucelia López Ramírez regresa el expediente original. La Junta Local lo recibe con fecha ¡3 de diciembre! Y hoy estamos a 17 de diciembre y la junta local no ha resuelto. Ante tanta perversidad y evidente protección de la corrupción de la junta laboral estatal de parte de la justicia federal, el STUAN acudió nuevamente a solicitar verbalmente a la justicia federal si requerían otra solicitud y le contestaron que no, que lo haría de oficio. El STUAN espera que no se sigan haciendo como el “tío Lolo” y a ver si ahora si, la junta local les hace caso. Si otra juez no protegiera la corrupción, ya hubiera destituido a los funcionarios locales laborales. Mi denunciante espera que a la juez federal le agarre el espíritu navideño y ahora si les dé de regalo una resolución de acuerdo a las circunstancias, de lo contrario, el STUAN acudirá a otras instancias, hasta a la comisión nacional de los derechos humanos para denunciar este tipo de abusos de parte de funcionarios federales y estatales. robertogbernal@gmail.com
PD. ¡Esta semana el capítulo 70 de la novela del matón de vacas! Ya saben, a los 80 publicaremos el libro. www.anecdotasesino.blogspot.com Me dicen que el presidente municipal de Tepic, Don Roberto Sandoval, anda haciendo un esfuerzo desesperado por quitarse lo naco, que el día 4 de octubre en las fiestas de Ahuacatlán, se presentó como licenciado, que no es cierto que nomás tiene hasta la secundaria. ¡Qué bueno que el presidente municipal de Tepic pretenda superarse! La duda que nos asalta es: ¿Licenciado en que? Hasta donde yo sé, en el país aún no se ofrecen las siguientes licenciaturas: a) “Hágase experto en robo al erario público”; b) “Trafique desde el poder”; c) Alianza con los mañosos; d) “Mienta sin que se le sonrojen las mejillas”; d) “Construya su imagen con dinero del pueblo”. Lo bueno es que lo naco, lo enamorado y el dinero, no se pueden ocultar…ni con prestanombres.
